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Ganó Roland Garros con el pie 'dormido'

El milagro de Nadal

Rafa Nadal ganó Roland Garros compitiendo con el pie dormido desde la segunda ronda ante Moutet

La leyenda continúa

Cómo hemos cambiado: las 14 fotos para la historia de Nadal en Roland Garros

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Rafael Nadal lo volvió a hacer, aunque su decimocuarta conquista de Roland Garros no tiene comparación con ninguna otra si hablamos en términos de superación personal. Rafa no necesitó ganar remontando la final ante Casper Ruud para que el 14 sea el número más épico de su palmarés. Una lesión crónica, el síndrome de Müller-Weiss fue su máximo enemigo, hasta el punto de obligarle a dormir su pie desde la segunda ronda hasta que el domingo 5 de junio de 2022 pudo levantar la Copa de los Mosqueteros.

Nadal hizo un nuevo milagro en París, escasos meses después del acontecido en Melbourne. Entonces, el español volvía después de seis meses de baja por el maldito daño en el pie, pero se puso a punto, regateó al dolor y fue superando escollo a escollo para coronarse en el Open de Australia. Parecía imposible y sucedió, pero es que lo vivido en Roland Garros posiblemente supera lo vivido en enero.

«He jugado con el pie dormido y con una infiltración en el nervio», confirmaba Nadal tras conquistar Roland Garros de forma brillante y con un claro resultado ante Casper Ruud. «No puedo seguir así», atestiguaba, dejando claro que esto sólo se vive una vez.

Nadal tuvo grandes problemas con el pie en el Masters 1000 de Roma, tantos como para claudicar ante Denis Shapovalov en un encuentro que parecía encarrilado. Esta derrota, sumada a la sufrida ante Carlos Alcaraz en Madrid y a las ausencias forzadas –por su fisura costal– en Montecarlo y Barcelona, le dejaban por primera vez desde su explosión sin títulos en tierra antes de Roland Garros. 

Una vez superada, con notable alto, la primera ronda ante Thompson, Nadal afrontó el encuentro frente a Moutet, de segunda ronda en París, de nuevo con grandes sensaciones tenísticas, pero al término del partido, su pie no respondía. La presencia en el torneo de su médico, Ángel Ruiz Cotorro, le permitió tomar una medida drástica pero que le permitiría seguir remando en busca de su decimocuarto título en París. A partir de ahí, Rafa dejó dormido su pie y, aunque temporal, se quitó una preocupación física para las rondas restantes.

Frente a Auger-Aliassime, donde sufrió sobremanera, en la exhibición ante Djokovic y en el sufrimiento con Zverev, hasta la desafortunada lesión del alemán, Nadal jugó con una infiltración en el pie que también le acompañó en su camino triunfal en la final frente a Ruud, pero que no se repetirá en el corto plazo. «No puedo seguir compitiendo con el pie dormido, hay que encontrar una solución. Me encantaría seguir compitiendo, así que la próxima semana voy a hablar con varios médicos y contemplar diversas opciones», afirmaba un campeón que completó la gesta de reconquistar Roland Garros «sin dolor» pero también «sin sensaciones».

La operación, arriesgada alternativa

Nadal también deslizó en rueda de prensa que se le ha propuesto otra solución posible a su lesión, pero esta no le asegura resultados y le tendría, con 36 años, más de medio año parado. «Es una decisión de vida, tengo que valorar si a estas alturas merece la pena», afirmaba el balear sobre la posibilidad de pasar por el quirófano para tratar el pie, algo que podría acercarle aún más a la retirada, pero que podría ser una opción a tener en cuenta en caso de no encontrar resolución temprana a través de un tratamiento más conservador.