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LOS AZULGRANAS GANAN SU TÍULO 25

La Liga más triste del Barça

Ganar una Liga nunca debería ser motivo de tristeza. Más si cabe, cuando este título se consigue en el campeonato español, uno de los más duros y exigentes de Europa. Pero en esta ocasión, el alirón que el Barcelona ha entonado en Riazor tras ganar al Deportivo de La Coruña es el más amargo de la historia culé.

La escuadra azulgrana ha conseguido su título número 25, confirmando su hegemonía en el fútbol patrio, pero en Can Barça no se respira felicidad plena. No había sensación de alegría tras ganar la Copa del Rey hace una semana en el Wanda Metropolitano ante el Sevilla y no la hay ahora. La falta de competencia, de emoción por un título que se lleva dando por hecho en el Camp Nou desde hace muchos meses, el adiós de Iniesta y, sobre todo, la caída de Roma han convertido un doblete histórico en una alegría muy agridulce.

El Barcelona no ha tenido rival en la Liga desde el principio. El Real Madrid dimitió demasiado pronto y el Atlético, aunque lo intentó, perdió cualquier posibilidad de poner en aprietos a los azulgranas en el duelo celebrado en el feudo culé. Una falta perfecta de Messi daba tres puntos capitales a los de Valverde, acababa con las ilusiones de los de Simeone y certificaba de manera oficiosa un entorchado que se ha hecho oficial a falta de cinco partidos para el final.

Por ello, el aficionado barcelonista no ha vivido con ilusión esta Liga. No había emoción al no haber rival. Nadie puede quitar mérito al buen hacer de un equipo que no ha perdido ni un sólo encuentro hasta la fecha, pero la falta de competencia llevó al aficionado a poner todas sus esperanzas en la Champions. Y aquí fue donde Manolas minimizó al máximo el dominio patrio del Barça.

El 3-0 recibido por la Roma en la vuelta de los cuartos de final de la Champions fue un golpe demasiado duro del que nadie se ha terminado de levantar. Tras el batacazo continental llegó una final de Copa donde los azulgranas de alguna manera pidieron perdón a los suyos endosándoles un 0-5 al Sevilla y la conquista de esta Liga, pero ya nada sería lo mismo. El adiós europeo y el ver como el Real Madrid, el eterno rival, está a dos partidos de poder ganar la tercera Copa de Europa seguida es demasiado doloroso.

Adiós de Iniesta

Iniesta durante un partido con el Barcelona. (AFP)

El pesimismo es tal que la directiva teme que la rúa prevista por las calles de Barcelona para el lunes sea un auténtico fracaso. Lo que tenía que ser una fiesta, podría quedar en una celebración light al temerse que la Decimotercera conquista blanca eclipse un doblete que tiene mucho más mérito del que parece.

Y en medio de todos estos sinsabores, el Barcelona se prepara para decir adiós a Andrés Iniesta. El chico de Albacete se despide 22 años después tras haber formado parte activa del mejor Barça de la historia. Sin duda, esto también será un palo para el club y una afición que sonríe, pero no celebra.