Pole de Hamilton en una noche soporífera; los McLaren, en la Q2

Lewis Hamilton logró la pole en Bahrein (Getty)
Lewis Hamilton logró la pole en Bahrein (Getty)
Ignacio L. Albero

El plano de una bandera ondeando, tomas aéreas del espectacular trazado de Sakhir, una fuente multicolor aderezada por los miles de focos que dominan Bahrein y caras de circunstancias en un claro síntoma de aburrimiento. La Fórmula 1 se ha convertido en una salida nocturna en un pub caro, de mucho ambiente y alcohol de garrafón. Un oxímoron del espectáculo que aun así sigue llenando el garito. Y es que uno no se da cuenta del efecto del combustible que está bebiendo hasta pasada la noche.

La clasificación volvió a evidenciar la falta de coordinación y coherencia entre los titiriteros que deciden las medidas para ‘mejorar’ el show. El circo continuó una vez más descafeinado que nunca siguiendo el autocue al pie de la letra. No hay lugar para la improvisación en este bodrio. Todos desfilan a la ducha a mitad de cada sesión de clasificación.

Así las cosas, el Ritmo de la Noche, si es que hubo algún acorde festivo, lo volvió a poner el que mejor sabe bailar con la luz apagada: Lewis Hamilton. En este cielo lleno de estrellas él sigue brillando más que el resto. Es más rápido, tiene el mejor coche y hasta más flow que el resto. En su primer intento de pole rozó el desastre al salirse en la última curva. Entró, cambió neumáticos, puso un poco de gasolina y a volar.

Nico Rosberg se quedó por detrás. Vettel, tercero. ¿Cómo si no? Y Raikkonen, cuarto. A rezar esta noche a San Sistema de Salida para que mañana vuelvan a quitarles las pegatinas a las Flechas Plateadas en los primeros metros. Ricciardo fue quinto con su Red Bull-Tag Heuer y celebró la posición como si saliera en primera posición. Ser un reloj suizo es cuestión de tiempo.

Antes, McLaren-Honda con Vandoorne y Button se quedaron estancados en la Q2. ¿Cómo es posible visto los visto en los Libres? La principal razón es el caótico sistema de clasificación que te obliga a dar una vuelta mágica. Y el McLaren la única magia que tiene es la Borras. Por lo menos ahora. En un trazado escrito para que suenen los motores, Button saldrá 14º; Vandoorne, ojo, 12º: ¡Vilma, ábreme la puerta!

Fernando Alonso observaba a sus ‘compis’ como se mira a un amigo con novia en invierno. Le tocará esperar, por lo menos, hasta China, para disfrutar de la compañía de su chica que ahora le ha robado Vandoorne… y una costilla. El Adán necesita de su Eva para sentirse vivo. Con más tiempo para leer la prensa, no le tembló la voz para meterse en el plano de Herbert y propinarle un gancho al orgullo del ex piloto-comentarista: “Yo soy un campeón y tú un comentarista”. Decir que “hasta Button lo hace mejor que él» y que «debe retirarse ya” no ha sido la mejor decisión de Herbert en las últimas horas…

Carlos Sainz se quedó en la undécima plaza. Su amigo Max Verstappen, décimo. Saltarán chispas, y no sólo las del fondo plano, en la salida. El duelo empieza a aliñarse con el chile que le faltó en 2015. El nuevo Senna contra Matador Jr. Mejorar lo de este sábado será tan fácil como escuchar a Herbert decir tonterías. Porque hoy los pilotos más que luchar contra el crono, lucharon contra el reglamento.

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