Liga Santander: Osasuna - Atlético

Joao Félix, rey de Pamplona

Quinto gol del portugués en tres visitas al estadio de El Sadar

Victoria analgésica para el Atlético de Madrid a cuatro días de la visita del Manchester United

Golazo de Luis Suárez, a pase de Joao, con una vaselina desde 40 metros

Oblak vuelve a acabar un partido a cero a domicilio casi nueve meses después

Correa cerró el marcador a los 88 minutos consolidándose como pichichi del equipo

El Atlético ficha a Gabriel Carvalho

Joao Félix, rey de Pamplona
Tomeu Maura

El Atlético logró en Pamplona una victoria analgésica a cuatro días de su regreso a la Champions y se mantiene firme en la pelea por acabar entre los cuatro primeros en una tarde en la que dos desheredados de Simeone resultaron decisivos. Luis Suárez y Joao marcaron los goles del triunfo y aumentaron su cotización en la bolsa de una plantilla que necesitaba desesperadamente buenas noticias. También Oblak tiene motivos para celebrar su visita a El Sadar porque por fin pudo acabar un partido como visitante sin encajar gol. Casi nueve meses ha tenido que esperar.

Los números son a veces muy reveladores. Ésta es la octava victoria de Simeone ante Jagoba Arrasate y el cuarto triunfo consecutivo del Atlético en El Sadar, pero el premio gordo se lo lleva Joao Félix. A la vista de sus estadísticas, el portugués sería Bota de Oro si jugara todos sus partidos en El Sadar. Tres visitas lleva a Pamplona y el saldo es de cinco goles, el de ayer apenas a los tres minutos de empezar a rodar la pelota, tras rematar a bocajarro en el área un despeje de Herrera.

Todo nació en un arranque fulgurante del Atlético, que en el primer minuto había forzado un saque de esquina  y en el tercer volvió a llevar el balón al punto de córner. Éste lo botó Carrasco al área pequeña, donde el portero argentino de Osasuna despejó mal ante Suárez. Reclamó falta Herrera, pero no la había en absoluto porque el uruguayo simplemente fue a por el balón. Bien concedido el gol por parte del árbitro y del VAR.

El 0-1 era el soplo de aire fresco que necesitaba el Atlético para salir a la superficie. El equipo se sintió bien en el campo y empezó a maniobrar como tenía por costumbre la pasada temporada ante un Osasuna desconcertado que sólo perseguía sombras y que no tenía argumentos para imponerse a un rival que le estaba superando.

Sin embargo este Atlético de Madrid es cualquier cosa menos regular. A medida que el partido fue avanzando su dominio fue periclitando y al paso por la media hora era ya Osasuna el que había tomado el timón. Entonces empezó a pisar el área de Oblak y llegaron sus oportunidades, la más clara en un cabezazo del croata Budimir tras un saque de esquina que escupió la madera. Más tarde fue el turno del lateral Nacho Vidal ,que forzó al meta esloveno a despejar de forma poco ortodoxa para evitar males mayores y cerrar una primera parte a la que se llegó con ventaja rojiblanca, pero con la sensación de que en el segundo tiempo podían pasar muchas cosas.

La segunda parte arrancó con una mala noticia para el Atlético, la enésima lesión de Giménez, que tuvo que quedarse en los vestuarios siendo sustituido por el brasileño Felipe. Visto el rendimiento del antiguo central del Oporto en los últimos partidos se encendieron todas las alarmas, pero Osasuna no fue capaz de recuperar el dominio con el que había acabado el primer tiempo y el partido entró en un letargo que por supuesto convenía a los intereses rojiblancos.

Joao fue de nuevo el que despertó al estadio. A los 59 minutos el portugués se hizo con un balón en el borde de su propia área tras un rechace defensivo y le regaló a Luis Suárez un pase maravilloso sobre el que el uruguayo esparció polvos mágicos para dibujar desde casi 40 metros una vaselina sobre Herrera, que estaba muy adelantado. El portero corrió hacia atrás como pudo, pero sin tiempo para evitar que acabara besando la red. El 0-2.

El resultado obligó a Arrasate a echar mano del banquillo y a jugar con dos delanteros centro, pero la respuesta de Simeone fue situar a Reinildo como tercer central y devolver a Carrasco a la posición de carrilero izquierdo para frenar las entradas de Nacho Vidal. El movimiento dio el resultado esperado y Osasuna no pudo ni siquiera entrar en el partido, mientras que el Atlético le dio la puntilla a los 88 minutos en un pase de Koke a Correa, que resolvió sobre la salida de Herrera con la confianza que le confiere su condición de máximo goleador del equipo esta temporada. Tres meses después el equipo  vuelve a ganar fuera de casa y llega con la moral alta al duelo del miércoles ante Cristiano Ronaldo, donde está en juego el pase a cuartos de final de la Champions.

 

 

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