Griezmann salva el honor

El Barcelona cerró la temporada con una sufrida victoria ante el Eibar gracias a un gol de Antoine Griezmann en la recta final del encuentro. A los de Ronald Koeman le costó abrir la lata y cierran así un ciclo para arrancar otro en el que queda claro que sin Leo Messi va a ser muy terrenal.

Sin nada en juego ambos equipos saltaban a Ipurua a cerrar un ciclo. El Eibar se despertaba de ese sueño que ha durado siete años y que, además, veía como se tenía que despedir de José Luis Mendilibar. En el otro banquillo, incógnitas, aunque con un Ronald Koeman más fuera que dentro. Y pese a ello, el ex seleccionador Holanda optó por un once en el que le daba minutos a algunos de los menos habituales. Todo esto, en un día que también se conocía la trágica noticia de la muerte de Francesc Arnau, ex del Barcelona.

Con Ter Stegen de baja por lesión, Lenglet sancionado y Pedri y Messi de vacaciones, Koeman optó por Neto en la portería y una línea de cuatro defensas formada por Sergiño Dest, Ronald Araújo, Óscar Mingueza y Junior Firpo. Por delante de ellos, Sergio Busquets, Frenkie de Jong e Ilaix Moriba. Y como hombres más adelantados, el tridente formado por Francisco Trincao, Ousmane Dembélé y Antoine Griezmann.

El Barcelona se sentía hoy como esa vieja estrella del cine a la que ya nadie mira y que sigue sin acostumbrarse a ello ni aceptarlo. Hace ya un tiempo que los azulgranas han decaído y eso quedaba plasmado en que todo el mundo tenía sus ojos puestos en los partidos de Atlético y Real Madrid. Pese a la poca atención de este encuentro, futbolistas como Trincao o Junior querían reivindicarse.

El fútbol son sentimientos y de eso sabe mucho el Eibar. Daba igual estar descendidos desde hace una semana, los de Mendilibar querían dejar la categoría con la cabeza bien alta y por ello salieron a presionar y a mostrar ese coraje desde el principio. Presionaron y fueron a por la victoria desde que comenzó el partido y rápidamente pusieron en apuros a Neto y a la defensa culé, a la que le costaba sacar el balón jugado desde atrás.

El Barça, sin peligro

Bryan Gil, que irá al Europeo Sub21 con un Mingueza que casi lesiona, comenzó a ser un quebradero de cabeza para los azulgranas, que no encontraban la fórmula para acercarse a la portería de Yoel. Tanto, que sólo podían cazar al joven futbolista cedido por el Sevilla a base de entradas, y de esta forma llegó la amarilla para Junior. Pasaban los minutos y seguía siendo incapaz el Barcelona. Esperaban en Can Barça que el partido coincidiese con el avión de Messi para que no lo pudiese bien, porque con esto no convencían ni a Piqué para quedarse.

En la recta final del primer acto los futbolistas azulgranas parecían despertar de esa siesta en la que estaban sumergidos y ya comenzaron a molestar un poco a Yoel, pero poca cosa. Y tan poco era el peligro que generaba el Barcelona que al descanso se llegó con un 0-0 en el que merecían más los locales. A la vuelta de vestuarios Koeman movió el banquillo. Trincao, Junior y Mingueza no volvieron al césped y Jordi Alba, Braithwaite y Umtiti entraron por ellos. Por parte del Eibar entró Pedro León por Bryan Gil.

Sin Messi no hay ciclo

El Barcelona salió algo mejor en la segunda parte, pero por si le faltaba algo a esta temporada tan irregular, Ilaix Moriba se dolió de su tobillo en un resbalón y necesitó dejar el campo. En su lugar entró Riqui Puig, que ayudó a los suyos a controlar mejor el partido, pero seguía siendo insuficiente. Mejor dicho, faltaba la figura del mejor jugador del mundo: Leo Messi. Y es que sin el argentino no hay ni fin de ciclo ni ciclo nuevo que pueda igualar lo que hizo el ’10’.

El Barcelona no encontraba el gol mientras que a cientos de kilómetros, en Valladolid Luis Suárez marcaba para darle la Liga al Atlético. Querían los de Ronald Koeman el primer tanto del partido, pero no llegaba por ningún medio. Pero volviendo a Ipurua, para gastar los cambios entró Pjanic en lugar de Frenkie de Jong, otro que ha estado en prácticamente todos los partidos.

Tanto fue el cántaro a la fuente que al final llegó el gol. Un centro de Dembélé tras un buen movimiento y fortuna en algunos rechaces terminó encontrando a un Griezmann, que de volea, fusiló a Yoel. El francés adelantaba a los suyos en el 80′ y permitía que los culés cerrasen el ciclo con una victoria salvando el honor en Ipurua… con ayuda del larguero, que repelió un disparo de Inui.