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El francés anotó su gol 150 con el Atlético

Griezmann ‘renueva’ a Simeone

Cuando Antoine Griezmann tomó el camino de regreso al Metropolitano desde Barcelona, la parroquia colchonera lo vio con recelo, con enfado y haciéndole saber que no querían su retorno. Los primeros meses tras su reencuentro fue difícil. El francés no se encontraba consigo mismo y los pitos estaban a la orden del día cada vez que pisaba el feudo rojiblanco. Pero el partido contra el Sevilla, Antoine volvió a demostrar, un día más, que es el jugador más importante del equipo y que encarna a la perfección los valores del Atlético y del Cholo Simeone. 

Porque el partido ante el Sevilla era una fiesta por y para Simeone. El entrenador argentino recibió una placa conmemorativa por superar al gran ídolo de la afición, Luis Aragonés, con 612 partidos como entrenador. Precisamente fue eso, una fiesta para todos. Primero para el entrenador, que vio como sus jugadores celebraban con él los goles, agradeciéndole el cariño, el trabajo y la confianza depositada en ellos durante estos años. «Lo que es un día importante para él es un día importante para mí. Tenía muchas ganas de que este partido fuese mágico para él, para la afición y para mis compañeros», comentó Griezmann después de la goleada

Fue Griezmann quien se encargó de ir directamente a la banda para abrazar a su gran valedor cuando anotó el 3-1 tras el descanso. A quien le dio la oportunidad de darle el timón del barco en dos ocasiones. En 2014 cuando llegó siendo un joven procedente de la Real Sociedad y en 2021 para darle una segunda oportunidad tras su paso por el Barcelona. Una relación de amor entre jugador y entrenador y así se encargaron ambos de hacer público este amor que ya se conocía de mucho antes. De hecho, Simeone, que se caracteriza por expresar poco sus emociones, acabó por ejemplificar esta relación con un bonito beso a su jugador en la conclusión del partido.

«Quiero a la persona que es Griezmann, pero valoro al futbolista. El beso es más para el futbolista por el compromiso. Tuvo años maravillosos, eligió irse, entendió que tenía que volver, le costó en su regreso encontrarse con el Griezmann que conocemos. Pero con trabajo, con liderazgo, con saber esperar… Estamos hablando de un campeón del mundo, siempre tiene algo diferente. Desde su compromiso y gestión en el juego nos hace mejores», dijo Simeone sobre su jugador al acabar.

150 goles

Y es que Griezmann anotó su gol número 15o con la camiseta del Atlético de Madrid. Resulta una cuestión de tiempo que se convierta en el máximo goleador de la historia del club que, quién sino, ostenta también Luis Aragonés con 172. El delantero de 31 años es cuarto en esta ránking, a ocho de Paco Campos y a 19 de Adrián Escudero. 

Pero el francés no es solo goles. De hecho, esto es lo último que le define. Ahora, es un jugador humilde, trabajador como el que más, incansable y al servicio del equipo. El líder de la guardia pretoriana del Cholo. Baja a recibir, roba y asiste, como hizo en el primer gol de Morata para darle un pase para enmarcar. El campeón del mundo cogió el balón en casi en área propia, se recorrió todo el campo y le dio a su compañero un pase para redondear la noche.

A todo esto hay que añadirle su indudable calidad técnica e inteligencia. El francés es un jugador total. En 2018, él mismo se veía en la misma mesa que Cristiano Ronaldo y Messi. Ahora, ese debate ya se ha acabado, uno en Arabia y otro en París, pero en España están los Lewandowski, Benzema, Vinicius o Pedri, pero también Griezmann.