Gol y carbón para Diego Costa (2-0)

El Atlético de Madrid se impuso por 2-0 al Getafe en el Wanda Metropolitano en un encuentro en el que el protagonista fue el colegiado. Ángel Correa adelantó a los rojiblancos y Diego Costa sentenció el choque justo antes de ser expulsado por doble amarilla.

Salía con lo esperado el Cholo Simeone, que partió de inicio con un Diego Costa que a los 40 segundos ya había recibido la primera falta. A su lado, Antoine Griezmann, flanqueados por Ángel Correa y Carrasco. En el pivote formaron Koke y Gabi, y justo por detrás de ellos, una línea de cuatro formada por Vrsaljko, Savic, Godín y Lucas. Y en la portería, el indiscutible Jan Oblak.

Lo que parecía, a priori, que iba a ser un encuentro sin ocasiones se convirtió en todo lo contrario. Atlético de Madrid y Getafe saltaron al campo con la intención de dar espectáculo y en los primeros minutos el choque ya tenía un ritmo frenético. Un partido al estilo Premier. Idas y venidas y paradas de ambos porteros.

A punto estuvo Diego Costa de revolucionar un Metropolitano con una pobre afluencia a causa del horario y de la lluvia. El disparo del delantero de Lagarto se fue lamiendo el larguero de la portería, hoy, defendida por Emi. Dominaban los rojiblancos, pero el Getafe aprovechaba cada contragolpe como si fuera el último del partido. Así obligaron a Oblak a intervenir, pero sin muchos problemas para el arquero esloveno.

Pasado el cuarto, el Atlético de Madrid abría la lata. Un activo e incansable Antoine Griezmann recibió en línea de tres cuartos, se dio la vuelta y con el rabillo del ojo vio solo a Correa, que estaba escorado a la derecha. El delantero argentino, de primeras y con el exterior, cruzó la pelota y batió al guardameta del Getafe desatando la alegría entre los 47.000 aficionados colchoneros, afectados por un horario incomprensible por parte de LaLiga y las condiciones meteorológicas.

A raíz del gol el ritmo del partido bajó un pistón. El Atlético seguía dominando y el choque se tornaba a lo que se esperaba: un partido intenso. A la media hora ya se contaban cuatro tarjetas amarillas, tres para el Atlético – Vrsaljko, Lucas y Gabi, que acarrea sanción – y por parte del Geta la había visto Portillo. Un balance muy descompensado atendiendo a que los de Bordalás se estaban empleando con muchísima más dureza que los colchoneros.

Munera Montero, regalando amarillas

Pasaban los minutos y a Munuera Montero se le iba yendo el encuentro de las manos. El Getafe seguía yéndose de rositas en cada acción y el colegiado aprovechó el día de Reyes para regalar más tarjetas a los rojiblancos. Antes de la primera mitad, Savic y Griezmann se sumaron a la lista de amonestados, acabando el primer acto con una tangana en la que aparecían habituales como Diego Costa o Cala. Al descanso, el Atlético había cometido seis faltas recibiendo cinco amarillas, mientras que el conjunto rival de nueve infracciones, sólo dos amonestaciones.

En la reanudación dominaba y dominaba el Atlético. Manejaba el encuentro a su antojo y poco faltó para que Diego costa se estrenara en el nuevo Metropolitano. El hispanobrasileño peleó un balón a su estilo, provocando el error de Damián Suárez, pero la falta de ritmo competitivo le pasó factura mandando por encima del travesaño el mano a mano con Emi. Instantes después le cayó otro regalo al killer de Lagarto. No podía ser de otra manera que del Rey Mago Munuera Montero, que le mostró la amarilla. 

Gol de Costa y expulsión

Incomprensible lo que se vivía en el Metropolitano. Del éxtasis a un cabreo monumental en cuestión de tres segundos. Un centro desde la derecha de Vrsaljko, que se ha acostumbrado a asistir en las últimas jornadas, encontró a un Diego Costa que, obviamente, no falló. Locura en el feudo colchonero, que volvía a sentir lo que era celebrar un tanto del hispanobrasileño. Futbolista y afición se fusionaron en la celebración, tanto que fue a celebrarlo con ellos.

Esto, sancionable como figura en el reglamento, acabó con la expulsión de Costa. El colegiado, protagonista una vez más, mostró la segunda amarilla al de Lagarto, enviándole a las duchas antes de tiempo. Otro gesto más de que a Munuera Montero quería ser el protagonista del partido, al no tener tacto y no leer bien el contexto en el que llegaba el gol de La Pantera.

Con el choque ya decidido, sólo quedaba esperar al pitido final y rezar para que no hubiese ninguna expulsión más. No la hubo, y el Atlético se impuso, con diez, claramente a un Getafe inferior que vivió sus mejores momentos en los primeros minutos del encuentro.