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FÓRMULA 1

Marc Gené: “Alonso puede ganar Le Mans, este año sólo hay dos Toyota oficiales”

Aún no está confirmado, pero todo el mundo da por hecho que Fernando Alonso estará en las 24 horas de Le Mans de 2018. Y estará para ganar. Al menos, eso es lo que opina Marc Gené, que ha concedido una interesante entrevista al diario As en la que justifica su pronóstico de la siguiente manera. “Si hay un año es el próximo, en principio hay solo dos Toyota oficiales. Aunque siempre es muy complicado ganar Le Mans, no suele ser normal que un coche privado gane a un oficial. Estar en un equipo oficial es casi garantía de luchar por la victoria. Es un año muy bueno, él que tiene poco tiempo, con muchas posibilidades. Y luego que es Alonso, está en un nivel tan elevado de pilotaje, es tan bueno… solo le faltaría lo de gestionar el tráfico, pero incluso si solo hiciera este test que ha hecho, con su nivel estaría en disposición de ganar”.

Un triunfo en Le Mans acercaría todavía más a Alonso a su objetivo de ganar la ya famosa Triple Corona, algo que Gené ve posible. “ Si consigue la Triple Corona, que podría haber ganado ya Indianápolis este año, entrará en la historia como uno de los más grandes de siempre, claramente”.

Para ello, y a pesar de haber solamente dos coches oficiales en la pista, Alonso tendrá que lidiar con un coche que es muy diferente al Fórmula 1 que normalmente pilota. Gené, de glorioso pasado en el mundo de la resistencia, cuenta las diferencias entre ambas categorías. “Bueno, podríamos decir que hay dos aspectos principales, por una parte el coche de Le Mans pesa unos 300 kilos más que el de Fórmula 1, al menos antes, ahora con los monoplazas más pesados creo que es solo de 150, pero en cualquier caso ese peso se transmite en que el coche es menos reactivo, tiene más sinergias, la frenada más larga y paso por curva más lento. Cuando derrapa, por ejemplo, la reacción es un poco más lenta. Otra cosa son los neumáticos, extremadamente constantes, le va a encantar a Fernando, puedes empujar siempre, la degradación es mínima… después está el hecho de correr con un coche cerrado, la visibilidad es muy reducida, hay mucho ángulo muerto, también está la ausencia del viento… La visibilidad, quizá es lo que más te cuesta, lo más complejo de gestionar, cuando entras dentro y cierran la puerta, estás cerrado, en la Fórmula 1 es muy distinto, claro. Lo más extraño es esa ausencia de contacto con el mundo”. Sin duda, un reto de altura para Alonso.