Barras bravas: por tierra, mar y aire

La Policía Nacional pondrá sus cinco sentidos para evitar que las barras bravas vuelvan a hacer un auténtico infierno del River -Boca que se disputará en el Santiago Bernabéu, pero hay informes policiales que advierten de las dificultades que existirán para controlarles.

Estas informaciones aseguran que muchas barras bravas han comprado pasajes de avión para Barcelona y Valencia e incluso Tánger –desde donde podrían cruzar el estrecho en barco– y desde allí, sin ningún tipo de control, poder llegar a Madrid vía tren o en coche para actuar con total impunidad. Este es el mayor miedo que tienen las fuerzas de seguridad del estado.

El objetivo durante toda la jornada del domingo es que las dos aficiones no se junten en ningún momento. Por ello, los hinchas que lleguen al Aeropuerto Madrid – Barajas Adolfo Suárez irán directamente en autobuses a las Fan Zone que se organizarán de cada equipo. Por lo tanto, los de River irán a la plaza de Cuzco, mientras que los hinchas de Boca estarán en el puente de la calle del Raimundo Fernández Villaverde, pero si los más violentos llegan por otras vías de transporte sin control los problemas aumentarán antes, durante y, sobre todo, después del partido. El esfuerzo por evitar enfrentamientos será máximo, aunque fuentes policiales han asegurado a OKDIARIO que el objetivo principal será velar por la seguridad del ciudadano español y de los turistas.

Madrid es una ciudad acostumbrada a grandes eventos, especialmente futbolísticos. Todos los años en la capital se viven Clásicos, derbis e importantes partidos europeos en los que en muchos casos llegan a la capital las aficiones más violentas del continente, pero en esta ocasión todo es diferente. La Policía Nacional no ha tenido el tiempo suficiente para poder familiarizarse con estos grupos violentos, lo que dificultad notablemente el método de actuación. A pesar de esto, el despliegue puede ser histórico y llegarán agentes de refuerzo desde otras zonas de España. Por ejemplo, 80 bajarán de Asturias para ayudar a sus compañeros madrileños.