Este Barça no tiene crédito

Comenzaba el día como una fiesta en la Ciudad Condal ya inmersos en el puente de diciembre. Desde el principio se pudo percibir con el Camp Nou homenajeando a Alexia Putellas por haber conseguido el Balón de Oro femenino. Luego todo se vino abajo pese a una grada que no se cansó de animar a su equipo y de un Dembélé que revolucionó el encuentro cuando ingresó en el campo, pero que fue insuficiente para llevarse el triunfo. Otra vez, el mismo mal: la falta de gol y de disparos entre los tres palos. El solitario gol de Juanmi dio la victoria a un Betis perseverante que arriesgó y no jugó a encerrarse como otros equipos cuando visitan el feudo culé.

El Barça soñaba con la victoria y a por ella salió desde el primer momento. Buscaban 3 puntos y moral de cara al choque frente al Bayern de Múnich, por lo que también Xavi ya comenzaba a pensar un poco esa fina, así que tiró de algunas rotaciones. Piqué y Frenkie de Jong descansaron y la alineación que sacó el técnico culé, que vivía su cuarto partido en el banquillo del Barça, fue el siguiente: Ter Stegen; Dest, Araújo, Lenglet, Jordi Alba; Busquets, Nico, Gavi; Abde, Coutinho, Memphis.

Rodaba el balón en el feudo azulgrana delante de más de 66.000 espectadores que se dedicaron los 90 minutos a animar, algo que hacía tiempo que no se vivía. El efecto Xavi también es esto, aunque luego la plantilla no pueda culminarlo con resultados. Además, la actitud con la que salió el cuadro culé ayudaba. Enchufados, participativos, con mucho control y bastantes movimientos de futbolistas como Gavi, Abde o Coutinho, que tenía una oportunidad de oro para impresionar a su entrenador.

Pese a un cuarto de hora fulgurante del Barça, la primera ocasión llegó por medio de Juanmi, que se ha desatado de cara a gol en las últimas jornadas. El testarazo del atacante del Betis fue fácil para Ter Stegen y la respuesta culé llegó tras un centro de Jordi Alba que Coutinho remató a las manos de Rui Silva. El brasileño, con chispa, estaba siendo de lo mejorcito de los culés en ataque, pero poco a poco se fue diluyendo como el resto de sus compañeros.

Se jugaba en el campo verdiblanco, pero la gran presión de la zaga de Heliópolis complicaba mucho a un Memphis que siempre tenía que recibir de espaldas sin poder tirar ningún desmarque. Gran trabajo por parte de las dos defensas, que dejaban pocos huecos y dejaban al espectador un partido huérfano de ocasiones y de emoción en las áreas.

Gavi da el susto

El estadio se sobrecogió cuando Gavi se fue al suelo conmocionado tras un balonazo en la cabeza y un choque posterior con la misma parte del cuerpo contra la pierna de Bellerín. El próximo Golden Boy y Premio Kopa tuvo que ser atendido y fue retirado del campo en camilla. Riqui Puig, que sigue empeñado en triunfar como azulgrana, entró en su lugar y desde el primer momento se le vieron sus ganas de demostrar a Xavi que merece un puesto, pero en muchas ocasiones se le veía corriendo como pollo sin cabeza detrás del balón.

También necesitó asistencia Guardado tras una dura falta de Nico que se saldó con amarilla para el hijo del mítico Fran González. Cinco minutos se añadieron en el primer acto y la última ocasión la tuvo Ruibal, que a puntito estuvo de hacer uno de los golazos de la temporada. Centro de Álex Moreno y un remate sutil de espuela del extremo catalán, perdiéndose por muy poco el balón por línea de fondo.

La segunda mitad arrancó con el mismo ritmo con el que finalizó la primera. En el 52′ el Betis logró adelantarse en el electrónico con un tanto de Juanmi, pero el gol fue anulado por fuera de juego. Un ligero toque del ex del Málaga cogió descolocado a Ter Stegen, pero por fortuna para el alemán el atacante verdiblanco estaba ligeramente adelantado y el gol no subió al luminoso del Camp Nou.

Dembélé revolution

El partido se convirtió en un combate de ida y vuelta, como un partido de esa Davis madrileña que tanto le gusta a Piqué. De un lado a otro iban los jugadores pero el Barça no lograba encontrar a un eléctrico Abde que era de los pocos capaz de ofrecer algo diferente. Y con la intención de cambiar el ritmo Xavi hizo un doble cambio. Nico dejaba el campo por Frenkie de Jong y Coutinho hacia lo propio con Ousmane Dembélé, que entraba para jugar poa la banda derecha y obligaba a Abde a cambiarse de costado.

Cuando Dembélé agarraba el balón se escuchaba el murmullo de una afición que, a pesar de todas y continúas lesiones, sigue ilusionada con la calidad que atesora en sus piernas casi tanto como Laporta. El extremo francés, que sigue teniendo fecha de caducidad en el Barça señalada para el 30 de junio, revolucionó el partido con diferentes ocasiones con disparos colocaditos que hicieron levantarse de sus asientos en vano a los culés que habían acudido al Camp Nou.

El partido estaba roto por completo y Manuel Pellegrini con su planteamiento huyó de lo que suelen hacer otros equipos: ir al Camp Nou a encerrarse. Tal vez porque Bartra en defensa estaba valiendo por tres jugadores. Si el canterano del Barça hubiera vivido en la época clásica, su exhibición hoy le hubiera valido para ocupar un puesto en el ejército de los 300 espartanos junto a Leónidas. Es digna de alabar la idea del Ingeniero, que no estaba exenta de peligro.

Juanmi deshoja la flor

Lo seguía intentando el Barça mientras el tiempo se le iba acabando. Dembélé en diversas ocasiones, Araújo con un cabezazo… pero, como decíamos antes, sin riesgo no hay gloria. Una contra perfecta que inició Canales por la banda derecha del Betis. El cántabro se la dio a Tello y éste asistió a Juanmi al que no le tembló el pulso a la hora de definir delante de Ter Stegen. Ahora sí, tocaba cerrar un poco el campo para defender el resultado mientras los azulgranas iban a la desesperada.

Xavi metió inmediatamente a Luuk de Jong y a Gerard Piqué a la espera de que cazasen algún centro con el que empatar el choque. Pero ese gol de la igualada no llegó. La vida sigue realmente igual, poco gol y menos disparos a portería, lo único que hay un entrenador más guapo y al que el Camp Nou quiere más que al anterior. No hay más. Si con Messi ya costaba los últimos años, sin el rosarino la situación es insostenible. Y todavía les queda el miércoles jugarse la vida en la Champions y ante el Bayern en Múnich… toca regar la flor durante unos días porque ante el Betis se marchitó.