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Demandan a Tiger Woods por la muerte de un empleado de su restaurante

La familia de Nicholas Immesberger, empleado de su restaurante fallecido en un accidente de tráfico, ha demandado al golfista por permitir que bebiese durante su turno de trabajo

A pesar de haber vuelto a la cima del golf mundial tras ganar el Masters de Augusta, Tiger Woods sigue siendo noticia en Estados Unidos por un hecho que nada tiene que ver con el deporte del que es leyenda. Cuando todo parecía ir encarrilado para el americano, ha salido a la luz una demanda relacionada con la muerte de un empleado de su restaurante, ‘The Woods’.

Y es que la familia de familia de Nicholas Immesberger, empleado de su restaurante fallecido en un accidente de tráfico, ha demandado al golfista y a Erica Herman, gerente del restaurante, por permitir que bebiese durante su turno de trabajo a pesar de que Woods era consciente de los problemas con el alcohol del trabajador en cuestión.

El camarero, de 24 años, falleció el pasado 10 de diciembre de 2018 después de haber realizado su turno de trabajo y haber bebido mientras trabajaba. Según ESPN, el trabajador en cuestión tenía una tasa de alcohol en sangre del triple de lo permitido en el estado de Florida.

Según el texto de la queja, «Tiger Woods sabía o debía saber razonablemente que Immesberger era dependiente del consumo de bebidas alcohólicas y/o que era un borracho. Tiger Woods y Erica Herman tomaron unas copas con él en The Woods unos días antes del fatal accidente del 10 de diciembre de 2018», indica la demanda.

Sin embargo, no especifica si Woods y o Herman estuvieron presentes en el restaurante el 10 de diciembre, el día que Immesberger sufrió el accidente fatal después de haber terminado su horario laboral.

Woods reaccionó a la presentación de la demanda el martes mientras se prepara para ingresar al Campeonato de la PGA, el segundo torneo de Grand Slam del año, que comienza el jueves en Bethpage, cerca de Nueva York. «Todos estamos tristes por la desaparición de Nick, lo que sucedió esa noche es trágico, es un final trágico, sentimos el dolor de su familia, es muy triste», dijo.

Woods, de 43 años, es uno de los deportistas mejor pagados del mundo y ha amasado una fortuna de más de 1.500 millones de dólares en premios y contratos publicitarios. El mes pasado ganó el Masters de Augusta, su primer título del Grand Slam desde 2008 y el decimoquinto de su carrera.