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Mundial de Sudáfrica 2010

Se cumplen nueve años del día que España tocó el cielo en Sudáfrica

El 11 de julio de 2010 España se proclamó por primera vez en su historia campeona del mundo al imponerse en la final de Sudáfrica 2010 a Holanda (1-0)

Han pasado exactamente nueve años de aquella victoria de España ante Holanda en la final del Mundial de Sudáfrica 2010. Nueve años en los que la selección española lleva luciendo una estrella cosida en el pecho gracias a una forma única de jugar al fútbol, que brilló primero en Europa y después en el mundo.

Aquel 11 de julio de 2010 es una fecha que estará para siempre grabada en la memoria de los aficionados españoles al fútbol. Una tarde en la que España se proclamó por primera vez campeona del mundo en Johannesburgo (Sudáfrica) después de que un chaval de Fuentealbilla (Albacete) marcara un gol que valía una Copa del Mundo. 

La selección de Vicente del Bosque debutó con un tropiezo en el torneo al caer con Suiza por un solitario gol. Pero se rehizo ante Honduras (2-0) y ganando a Chile (2-1) para acabar primera del grupo H con los mismos puntos que los chilenos. En octavos de final nos medimos a nuestros vecinos, la Portugal de Cristiano Ronaldo. Un gol de David Villa nos metía en cuartos, donde nos esperaba Paraguay.

Ante los paraguayos se sufrió. Quien dijo que fuera fácil. Casillas se paró un penalti y el Guaje fue el más listo sobre el terreno de juego para marcar en los últimos compases del encuentro un gol con el que se derribaba aquel maldito muro de los cuartos de final. En semis, Alemania fue víctima del testarazo de Puyol en un córner en el minuto 73. Solo Holanda nos separaba de la gloria pero en aquel encuentro el gol de Andrés Iniesta y la parada providencial de Casillas ante Robben hicieron realidad el sueño: España se proclamaba por primera vez campeona del mundo.

Fue el mundial del tikitaka, del pulpo Paul, de aquel beso de Casillas. Aquel verano en que las calles de España se engalanaron con banderas en las fachadas de las casas. Todos querían arropar a su manera a los 23 hombres de Vicente Del Bosque. Aquellos que habían sido elegidos para tras conquistar Europa dos años antes se hicieran ya eternos al levantar al cielo la preciada Copa del Mundo.