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Interpreta que no se renovó automáticamente su contrato

El conflicto de la cláusula liberatoria entre Messi y Bartomeu

  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Leo Messi se quiere marchar del Barcelona gratis. El argentino interpreta que no se ha producido su renovación automática con el club culé porque esta decisión se supeditaba al final de la temporada, concretamente al 31 de mayo de 2020. La pandemia del coronavirus ha cambiado por completo los calendarios del fútbol dándose por concluida la presente temporada europea hace dos días, el 23 de agosto.

El delantero, de haber conflicto con el club presidido por Bartomeu, defenderá para liberarse de su contrato que antes del coronavirus la final de Champions League se iba a celebrar el 30 de mayo y que, por tanto, su elección en tiempos se sostendría en un jurado. El hecho es que Messi piensa que se puede ir gratis porque han cambiado los tiempos en el mercado de fichajes y él no ha dado por iniciada la siguiente temporada.

El conflicto es evidente y es de 700 millones de euros. Esa es la cláusula que tiene el jugador con los culés, que se aferrarán a un clavo ardiendo para no dejar que Messi se vaya gratis a un club rival. El argentino podría haber encontrado clubes con capacidad económica suficiente para mantenerle su ficha de 50 millones limpios al año como el Inter de Milán, Manchester City o Paris Saint Germain.

El jugador ha comunicado vía burofax su intención de marcharse tras no ilusionarse lo más mínimo con el nuevo proyecto de Ronald Koeman. Amigos suyos como Luis Suárez ya han sabido por boca del entrenador que tienen que buscarse equipo lejos de la Ciudad Condal.

Messi va a intentar liberarse y posiblemente el caso lo tenga que decidir la UEFA o incluso el TAS. El mejor jugador de la historia culé va a ser seguir la tradición de otras superestrellas del equipo que se marcharon mal con la directiva. Neymar, Figo, Ronaldo Nazario, Cruyff o Maradona no fueron precisamente unos divorcios idílicos.