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El Barcelona es el socio perfecto para el Atlético

Las operaciones en los últimos años que han llevado a cabo Barcelona y Atlético de Madrid hacen que los culés sean un asociado perfecto para los rojiblancos

Barcelona y Atlético de Madrid cerraron el fichaje de Luis Suárez y la operación se asemeja mucho a la que también llevaron a cabo con el traspaso de David Villa en el verano de 2013, cuando el asturiano también llegó gratis a, por aquel entonces, la ribera del Manzanares. Esto, y lo que pagaron los azulgranas por Griezmann y Arda Turan, unos 154 millones, le convierten en el ‘socio perfecto’ para el Atleti.

Luis Suárez ya es futbolista del Atlético a cambio de cero euros. Cierto es que los rojiblancos podrían llegar a pagar seis millones en función de objetivos, pero el coste para los colchonero ahora es nada, a lo que además se suma que el propio delantero uruguayo ha aceptado a rebajarse el sueldo para ponerse a las órdenes del Cholo Simeone.

Esta operación se asemeja a la que el Atlético de Madrid llevó a cabo en 2013 con David Villa. La entidad madrileña pagó 2,1 millones por el máximo goleador de la historia de la Selección y el traspaso podía alcanzar los cinco kilos, pero el hecho de que el asturiano sólo estuviera un curso en el Vicente Calderón hizo que los colchoneros no tuviesen que desembolsar ni un euro más por una operación que fue oro: campeones de Liga -ganándola en el Camp Nou- y finalistas de la Champions League -eliminando al Barça en cuartos-.

Fichar a un goleador nato como David Villa y a un killer, que además es el tercer máximo goleador de la historia del Barcelona, como lo es Luis Suárez y no gastarte prácticamente ni 10 millones entre los dos, se podría llamar una operación redonda. Y más aún si se tiene en cuenta que también hay otros dos futbolistas que han hecho el viaje inverso y los culés se han dejado más de 154 kilos.

El primero de ellos fue Arda Turan. En 2015, el futbolista turco hizo las maletas a la Ciudad Condal a cambio de 34 millones de euros. Arda dejó el Atlético porque estaba ‘cansado’ de correr y porque quería ganar la Champions. Prácticamente no consiguió ni una cosa ni otra. La primera, porque su paso por el Barcelona fue caótico y la segunda porque esa misma temporada, sería el Atlético finalista de la máxima competición continental.

El caso más reciente es el de Antoine Griezmann. El francés protagonizó hace dos años el culebrón del verano con aquel famoso documental en el que anunciaría la decisión de su futuro. Decidió continuar en el Atleti, pero el año siguiente eligió al Barcelona ante el pago de los 120 millones de su cláusula de rescisión. Aquello desató una pequeña guerra entre ambos clubes, que ahora viven una pequeña tensión entre ellos, pero que esta temporada parecen haber dejado atrás con el traspaso de Luis Suárez, que puede ser beneficioso para los rojiblancos, pero una operación desastrosa para el Barça.