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En 2016 sólo se firmó un preacuerdo

El Barcelona lleva 5 años trabajando con Nike sin contrato

El Barcelona lleva unos cinco años, desde la última renovación cerrada en 2016, trabajando con Nike sin haber firmado el contrato formal, pues lo único que se rubricó fue un preacuerdo

Desde entonces, eso ha originado una lectura subjetiva de las condiciones por parte de las dos instituciones y ha traído algunos dolores de cabeza al Barça, que ahora trata de solucionar otro de sus problemas internos

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Más problemas en el Camp Nou, aunque este no es nuevo. Se ha sabido ahora, pero es una prueba más del caos institucional y de la desorganización de una institución como el FC Barcelona. Y vuelve a estar en el centro de la diana la directiva de Josep Maria Bartomeu, que ha dejado al club al borde de la quiebra. Uno de los embolados no resueltos antes de dimitir es el contrato con Nike, firma deportiva que viste al Barça desde 1998.

Y es que tal y como ha informado la agencia EFE, en la última renovación de su alianza realizada en 2016, tan solo se firmó un precontrato que en ningún momento se ha formalizado como contrato, por lo que desde ese momento se ha producido una lectura subjetiva del acuerdo por parte de las dos partes, desembocando en dolores de cabeza para el Barcelona. En resumen, el club azulgrana lleva cinco años trabajando con Nike sin rubricar los contratos. 

En 2016 se anunció la renovación

El Barcelona, entonces presidido por Josep Maria Bartomeu, anunció en 2016 una renovación con la multinacional norteamericana hasta 2028 a pesar de que el anterior contrato no finalizaba hasta el 2018. Las cifras eran las siguientes: Nike paga 105 millones de euros fijos al Barça por temporada que con las variables pueden llegar a ser 155 kilos. Sin embargo, el Barça y Nike acordaron que el contrato definitivo, más detallado, se firmaría dos años más tarde, cuando expirara el anterior, y un lustro después todavía no se ha rubricado. 

Ese acuerdo de 2016 fue un favor que Nike le hizo al Barça para inyectar dinero de inmediato para afrontar los objetivos de la junta de Bartomeu, tal y como desvelan fuentes de la negociación a EFE. Llegó julio de 2018, el fin del plazo que se había pactado para formalizar el contrato, y no se firmó porque había diferencias entre las partes. Luego el coronavirus también ralentizó todo, y ahora Laporta se ha puesto manos a la obra para formalizar el contrato, aunque todavía las conversaciones no han llegado a buen puerto y las relaciones entre el Barcelona y Nike empiezan a tensarse.