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Ayón guía al Real Madrid hasta su tercera Copa del Rey consecutiva

El Real Madrid de baloncesto sigue coleccionando títulos tras cosechar en A Coruña su tercera Copa del Rey consecutiva. Con Pablo Laso en el banquillo levantaron el trofeo en 2014, en Málaga, con aquella canasta de Sergio Llull en el último segundo, y 2015, en Gran Canaria, con la actuación estelar de Rudy Fernández. Esta vez el protagonismo fue para un Gustavo Ayón que con 15 puntos, 6 rebotes y su poderío debajo del aro fue decisivo. 

Desde el comienzo del partido los madridistas se mostraron acertados y mentalizados de que ganar al Gran Canaria no sería una misión fácil. Nadie ha regalado nada a un equipo que se había plantado en la final remontando a Valencia y Bilbao y con un sabio de esto del baloncesto en el banquillo. Era la duodécima final copera para Aíto y la primera para el equipo ‘pío-pío’ en su historia.

El partido comenzó con triple de Carroll, ese pistolero que asesina cara de bueno, y un Real Madrid que intentó abrir brecha en el marcador desde el comienzo. El dominio de Ayón, Felipe Reyes y Lima bajo el aro de los canarios era contrarrestado con los puntos de Rabaseda y el ex madridista Aguilar que permitían a Gran Canaria seguir a rebufo en el marcador.

Hasta en dos ocasiones los de Laso consiguieron alcanzar el doble dígito de diferencia en la primera mitad, pero el empuje final de los canarios con un triple de Salin, un 2+1 de Newley y otro lanzamiento desde el perímetro de Báez sobre la bocina dejaron una diferencia de sólo dos puntos al descanso (38-40).

Los minutos pasaban, las canastas se sucedían y sobre parqué, Gran Canaria no pagaba la supuesta factura que muchos imaginaban que tendría que pagar un equipo poco acostumbrado al esfuerzo y la presión que supone un torneo de este estilo.

Gran Canaria murió de pie

En el comienzo del tercer parcial, el Real Madrid intentó romper el marcador desde el perímetro con los lanzamientos de Carroll y Maciulis, pero los canarios no perdían nunca la cara al partido pese a tener enfrente al actual campeón de Europa y al equipo con más Copas de la historia. Los de Pablo Laso apretaron de nuevo en el arranque del último y definitivo cuarto conscientes de que si estaban acertados en ataque cada vez sería más difícil para su rival seguir su ritmo anotador. 

Ayón fue el mejor jugador del Real Madrid en la final. (EFE)

Carroll, Nocioni y KC Rivers, protagonista en ataque y defensa, propinaron la herida definitiva mientras que enfrente, Oliver intentaba erigirse líder canario en los minutos finales. A menos de tres, el Real Madrid se puso 12 arriba para ir escribiendo su nombre en el palmarés de la Copa. Pero lejos de dejarse caer para ser ajusticiados, Gran Canaria tiró de corazón y muñeca para luchar hasta el final bajando a dos la diferencia con los puntos de Oliver y Rabaseda. Lo único que consiguió fue morir de pie y llevarse el aplauso del aficionado al basket.