El Atlético se juega la Liga a domicilio

Volver líderes al Metropolitano en la jornada 36. Es la meta que se marca el Atlético tras su victoria ante el Huesca y en vísperas de los tres desplazamientos consecutivos que deberá afrontar el equipo, el primero este domingo en San Mamés ante el Athletic de Bilbao.

El choque ante el Barcelona en el Camp Nou va a marcar el Campeonato. A día de hoy los rojiblancos pueden permitirse un empate en los seis partidos que quedan, pero sólo uno salvo que pinchen Real Madrid y Barcelona. En el club tienen el absoluto convencimiento de que será necesario sacar un punto en la Ciudad Condal y ganar los otros cinco compromisos. Toda una prueba de poder para el líder, que parece haber vuelto tras el último parón de selecciones con otro aire. Veremos si le da para aguantar este sprint final.

Athletic, Elche y Barcelona fuera, Real Sociedad y Osasuna en el Metropolitano y Valladolid en Zorrilla. Es lo que le queda al Atlético hasta final de temporada. Dos rivales de la zona baja, otro en órbita europea y teóricamente dos convidados de piedra con el partidazo del Camp Nou justo en el ecuador de esta recta definitiva de Liga. Parece evidente que cualquier tropiezo en San Mamés o en el Martínez Valero obligaría a ganar al Barça en su campo, algo que nunca ha conseguido Simeone como entrenador. En cambio un empate a uno en 2014 le valió para ser campeón y eso es precisamente lo que persigue: evitar la necesidad de hacer la hombrada.

Los dos últimos triunfos ante Eibar y Huesca han obrado un efecto terapéutico en la plantilla. Los jugadores están mucho más sueltos, han recuperado la chispa y vuelven a centellearles los ojos. Sensaciones que se perdieron durante una crisis mucho más larga de lo que podía esperarse: en las 16 primeras jornadas el Atlético sumó 41 puntos; en estas últimas 16 contabiliza 32. Nueve se han quedado en el camino. Pero lo más grave es que también se ha esfumado la seguridad defensiva que convirtió a Oblak en la muralla de Europa. En la primera tanda de partido encajó sólo seis goles; en ésta lleva ya 14, y eso que ahora ha presentado dos hojas de servicio en blanco en los dos últimos encuentros en el Wanda. Recuperar la portería a cero es un objetivo prioritario para el Cholo, aunque de entrada en San Mamés perderá por tarjetas a Giménez, que estaba en un momento de forma soberbio.

Por suerte el inesperado resurgir de Renan Lodi suaviza la ausencia del uruguayo, al que sustituirá previsiblemente Felipe. El lateral brasileño se ha pasado la temporada prácticamente en blanco, oscurecido por Hermoso, pero ha sabido aprovechar su oportunidad y ahora es indiscutible para el entrenador. Ante el Huesca no sólo brilló en el aspecto ofensivo. Un cruce providencial ante el canario Sandro evitó el empate a uno del Huesca en el tramo final del partido. Si Simeone le había pedido siempre mayor efectividad defensiva aquí tiene la respuesta a sus plegarias. Lodi ha recuperado su mejor versión en el momento preciso.

De hecho al entrenador se le presenta ahora un problema curioso: tiene demasiados jugadores en buena forma. El domingo recupera a Lemar, Joao y Luis Suárez, pero deberá hacer malabarismos para colocarlos en el campo. Luis Suárez es quien más fácil lo tiene porque le avalan sus 19 goles, pero a cambio el equipo deberá prescindir de Herrera o de Saúl y acoplar de nuevo a Marcos Llorente a medio campo. Una decisión que al entrenador le conviene meditar: el madrileño dio los pases de los dos goles ante el Huesca jugando pegado a la banda derecha. Retrasarlo ahora es perder un elemento decisivo en ataque.

En cualquier caso para cualquier técnico siempre es mejor el exceso de jugadores que el déficit de efectivos. El líder parece llegar con buena salud al tramo final, pero con el Atlético eso nunca se sabe. Por de pronto, siguiendo la bitácora del Cholo, el primer paso es ganar en San Mamés. A partir de ahí, ya se verá.