¿El año en el que Morata derribará la puerta?

¿El año en el que Morata derribará la puerta? Es la pregunta que se hacen todos los atléticos tras comprobar ayer con la selección que su arranque de temporada en el equipo de Simeone no ha sido casual. El madrileño ha marcado seis goles en sus seis últimos remates entre los tres palos, demostrando una efectividad asombrosa, condición inédita hasta ahora en la carrera profesional de un delantero al que siempre le ha costado mucho ver puerta, pero cuya estrella parece haber cambiado por fin.

Álvaro Morata está de moda y en el Atlético de Madrid rezan para que siga siendo así. Antes de comenzar la temporada trascendió una conversación que mantuvo con Simeone en la que el Cholo le marcaba el reto de conseguir 18 goles y parece estar en el buen camino. Lleva tres con su equipo en sólo tres partidos de Liga y otros tres con la selección que, además, le sitúan ya a tan sólo dos dianas de Fernando Torres, máximo goleador rojiblanco con España (sólo se cuentan los marcados vistiendo la camiseta atlética). Se han quedado ya atrás Manolo y Caminero y por delante tiene sólo al Niño. al que podría igualar o incluso batir el próximo martes en el partido que disputará la selección ante Chipre en Los Cármenes.

El momento pixie dust de Morata llega cuando más lo necesita el Atlético, que ahora mismo sólo puede tirar de él ante la nueva lesión muscular de Memphis Depay, cuyo regreso no tiene aún fecha marcada. El madrileño es el único delantero centro de la plantilla rojiblanca, que en siete días se enfrentará al Valencia en Mestalla y luego afrontará en Roma ante la Lazio un choque clave en su debut en Champions.

Un verano más Álvaro Morata estuvo a punto de abandonar el Atlético. Primero fue tentado por el Al Shabab, el mismo equipo al que se ha marchado su compañero Carrasco, pero luego estuvo en el radar de varios clubes italianos, como Roma, Inter, Milan y Juventus. Finalmente no hubo acuerdo porque nadie llegó a lo que pedía Gil Marín y el delantero, que lleva ya varios años en la rampa de salida, se quedó definitivamente en la plantilla. Y, de momento, siendo mano de santo tanto para el Atlético como para la selección. ¿Durará el buen momento goleador de Morata? ¿Será ésta la temporada de inflexión?  A un mes de cumplir 31 años está claro que es ahora…o nunca.