CHAMPIONS LEAGUE: BARCELONA VS JUVENTUS

Messi se desata contra la Juventus (3-0)

Messi
Messi celebra uno de sus goles ante la Juventus. (EFE)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El Barcelona ha empezado de la mejor manera posible su andadura en la Champions. Messi acabó con su maldición con un Gianluigi Buffon, al que nunca había conseguido marcar un gol, y los culés consumaron su venganza con el equipo que fue su verdugo en la pasada edición de Champions en los cuartos de final venciéndoles por 3-0, curiosamente el resultado que la pasada temporada necesitaban para evitar la eliminación.

La Juventus demostró que todavía está lejos de ser la máquina engrasada que llega año sí y año también a las semifinales de Champions. Los pupilos de Allegri carecieron de mordiente ofensiva en la primera mitad, aunque sí demostraron que su disciplina defensiva –pese a la salida Bonucci– continúa intacta llegando a bloquear el juego culé en muchos compases del partido.

El Barça, sin embargo, fue encontrado poco a poco sus opciones a través de una presión alta donde Suárez y Dembelé trabajaron muy bien y casi con premio. El francés robó un balón a la defensa italiana en la salida del balón y casi obtiene el premio del gol pasada la media hora de partido.

Los italianos llegaban con peligro a la zona de Ter Stegen como contrapartida, pero en esta ocasión ni Dybala ni la tortuga Higuaín conseguían llegar con aire para sacar un disparo preciso ante el guardameta alemán.

Cuando el descanso acechaba y el partido parecía destinado a irse a un empate apareció Leo Messi para hacer una auténtica genialidad. El argentino cogió el balón en el centro del campo, desbordó a dos rivales, hizo una pared con Luis Suárez y definió desde la frontal en una jugada que aunó la sencillez de los genios para hacer parecer algo muy complicado como algo realmente fácil. En 10 segundos, Leo destrozó todo el entramado juventino y acabó con su leyenda negra con Buffon.

Messi sentencia y consuma la vendetta

La Juventus tuvo un tren para reengancharse al partido nada más iniciarse la segunda mitad. Dybala se encontró un balón en la esquina de área pequeña, pero su disparo se fue a las nubes con todo a favor. El argentino se lamentaba con exageración sabiendo que esa sería su ocasión más clara antes del vendaval Messi.

El argentino se desató en la segunda mitad tras un pique con el árbitro Skomina. Reclamó amarilla por un agarrón de Pjanic con tanta efusividad que fue amonestado. Esa tarjeta fue como un acicate para un Leo que ya no mostró más compasión en todo el partido.

Messi avisó de sus intenciones con un zapatazo desde la frontal que se estrelló en el poste y cuyo rechace dio en la espalda de Buffon y casi se introduce en propia meta. El delantero se volvería a meter una marcha más en la siguiente jugada driblando a media defensa de la Juventus para que una seria de rechaces terminaran en las botas de un Rakitic que no mostró clemencia desde el punto de penalti.

El cinco veces Balón de Oro redondearía su noche gloriosa en el minuto 69 volviendo a bailar a toda la defensa de la Juventus y anotando un golazo imposible para Buffon desde la frontal. La rabia con la que lo celebró el jugador culé demuestra que el portero italiano le había quitado el sueño con sus intervenciones en los años anteriores.

El Barcelona porfió con hacer el cuarto gol con Luis Suárez, pero la jugada quedó invalidada por fuera de juego. El equipo de Ernesto Valverde se desquitó por no haber conseguido el resultado que necesitaban la pasada temporada para remontar la eliminatoria de cuartos de final. Hoy, en la primera ocasión a la que han podido, demostraron que este Barça ya tiene poco que ver con el de la era Luis Enrique.

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