LOS CULÉS SIGUEN EN ASCENSIÓN

El Barcelona coge velocidad de crucero en Eibar (0-4)

BARCELONA
Los jugadores del Barcelona hacen una piña tras el gol de Denis Suárez. (EFE)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El Barcelona ha cogido la velocidad de crucero que el año pasado le llevó a ganar el título de Liga. Da igual los imprevistos que le ocurran a Luis Enrique. Messi y Luis Suárez siempre responden cuando el equipo está contra las cuerdas. Al conjunto culé se le caen los goles de sus delanteros y hasta Neymar vio portería en jugada por primera vez desde octubre, no de penalti.

Al Barça le bastó con aguantar una impresionante primera media hora del Eibar. Los locales bajaron su empuje físico y justo en ese momento Denis Suárez logró un tanto que minó su moral. El gol del canterano culé da la razón a Luis Enrique con las rotaciones, que ahora vendrán obligadas por la grave lesión de Busquets, y pone de manifiesto que los azulgrana se han reenganchado a la lucha por el campeonato. Ahora sólo les queda esperar a fallos ajenos. El mismo escenario que Zidane se encontró cuando el año pasado cogió las riendas

El Eibar salió valiente y no eludiendo el contacto contra un Barcelona que no pudo tocar cómodo por la presión alta de los locales y por las dimensiones de Ipurúa. Los locales se acercaban con peligro encendiéndose las alarmas para Luis Enrique con la grave e inesperada lesión de Sergio Busquets. El centrocampista se marchó con el tobillo destrozado tras una entrada de Escalante muy pasado de vueltas.

Paradojas de la vida, el sustituto de Busquets en el campo –Denis Suárez– se convertiría en el desatascador culé tras unos primeros 20 minutos en los que los culés no pudieron controlar el balón más allá de 30 segundos de posesión. Una genialidad de Messi, con pase de cuchara, dejaba a Luis Suárez sólo ante Yoel enviando su ocasión por encima del poste.

Los vascos, lejos de amilanarse, dieron su réplica a través de Adrian González. El hijo de Míchel consiguió robar a Mathieu un balón en una zona peligrosísima, pero Ter Stegen desbarató su disparo desde la frontal con un mano milagrosa. El Barça, con la inédita defensa compuesta por Sergio Roberto, Umtiti, Mathieu y Alba, era incapaz de sacar el balón con la fluidez habitual.

Cuando más atascados se encontraban los culés apareció un actor secundario totalmente inesperado. Denis Suárez cazó un rechace de la defensa local tras un regate fallido de Messi para perforar en raso el marco defendido por el guardameta local, que nada pudo hacer ante la potencia del disparo y su colocación. El Barça se ponía por delante sin merecerlo, pero a partir de ahí pisó el acelerador buscando la sentencia.

Messi se vistió de asistente para dejar en bandeja goles que marraron tanto Neymar como Luis Suárez, éste último estrellando el balón contra el poste. La llegada del descanso parecía la mejor noticia de las posibles para un Eibar que pagó el esfuerzo físico del inicio y que pareció nunca recuperar la frescura de ideas y de piernas, aunque mereciese conseguir acabar el partido con un tanto.

El Barcelona continuó golpeando al Eibar y nuevamente fue una combinación eléctrica entre Messi y Luis Suárez la que sentenció el choque a los cinco minutos de segunda mitad. El 10 habilitó a Suárez abierto en el balón del área y éste se la devolvió con un centro preciso ante el que el argentino sólo tuvo que poner la bota para batir a Joel. Una jugada made in Barça 100%.

El Eibar se movía a impulso e intentó reponerse del golpe con otro zarpazo. Un jugadón de Capa –ruleta incluida– puso el balón en las botas de Pedro León. El murciano se inventó un centro tocado al segundo palo para que Adrián marcara de cabeza en posición de fuera de juego. Ipurúa se enfadó por ver cómo les cortaban las alas.

Pero Luis Suárez tenía hambre de más y el charrúa presionó hasta ahogar a Lejeune. Robó el balón, se plantó sólo ante Yoel y anotó el gol por el palo largo para echar el telón final al encuentro. A partir de entonces, los jugadores culés buscaron con insistencia a Neymar para que rompiese su sequía de cara al gol y tanto fue el cántaro a la fuente que el brasileño consiguió el tanto en el tiempo de descuento para certificar un partido redondo para los culés.

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