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Sólo necesitas dos ingredientes: el truco de los dentistas para limpiar el aparato de los dientes

Limpiar el aparato de los dientes
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En los últimos años, cada vez más personas han empezado a utilizar férulas dentales, ya sea para corregir problemas de alineación, tratar el bruxismo o como parte de un tratamiento de ortodoncia. Estos dispositivos, que pueden ser removibles o fijos, juegan un papel fundamental en la salud bucodental. Sin embargo, un aspecto que a menudo se pasa por alto es su adecuado mantenimiento, razón por la cual los dentistas insisten en la importancia de saber cómo limpiar el aparato de los dientes.

Aunque muchas personas utilizan productos como jabón de cocina o bicarbonato para su limpieza, estos métodos pueden dañar el material del aparato y reducir su efectividad. En su lugar, es recomendable enjuagarla con agua tibia después de cada uso, cepillarla con un cepillo de cerdas suaves y utilizar limpiadores específicos para férulas dentales. Además, es importante secarla bien antes de guardarla y realizar una limpieza en profundidad una vez por semana.

¿Cómo limpiar el aparato de los dientes?

Una férula dental pasa muchas horas en contacto con la boca, convirtiéndose así en el lugar ideal para el crecimiento de bacterias. Si no se realiza una limpieza adecuada, estos microorganismos pueden acumularse en su superficie y provocar mal aliento, infecciones e incluso problemas en las encías. Además, una férula sucia puede adquirir un tono amarillento y desarrollar un olor desagradable debido a la acumulación de saliva y restos de alimentos. Por estas razones, la limpieza debe ser una rutina diaria y no algo que se haga de manera ocasional.

Acerca de cómo limpiar el aparato de los dientes, los dentistas recomiendan seguir una serie de pasos muy sencillos:

  1. Cuando te quites la férula, enjuágala con agua fría o tibia (nunca caliente) para eliminar la saliva y los restos de comida. Esto ayudará a prevenir la acumulación de bacterias y evitará la formación de olores desagradables.
  2. Usa un cepillo de dientes diferente al que usas para tu higiene bucal. Lo ideal es que sea de cerdas suaves para evitar rayar la superficie de la férula.
  3. En lugar de pasta de dientes o jabón de cocina, opta por un limpiador específico para férulas dentales o prótesis. Estos productos están formulados para eliminar bacterias sin dañar el material del aparato. No uses bicarbonato, vinagre puro o pastas dentales con partículas abrasivas, ya que pueden deteriorar la férula con el tiempo.
  4. Después de limpiarla, colócala sobre una superficie seca y déjala al aire durante unos 15 o 20 minutos antes de guardarla en su estuche. Esto evitará la acumulación de humedad y la proliferación de bacterias.
  5. Al menos una vez a la semana, sumerge la férula en una mezcla de agua y un producto específico para su desinfección, como pastillas limpiadoras para prótesis dentales. También puedes usar una mezcla de agua con una pequeña cantidad de vinagre blanco y agua oxigenada, dejándola en remojo durante unos 30 minutos antes de enjuagarla bien.

La vida útil de una férula dental varía en función del material y del uso que se le dé. En general, una férula bien cuidada puede durar entre uno y tres años. Sin embargo, hay ciertos signos que indican que es momento de cambiarla.

En primer lugar, si notas que la férula tiene grietas o ha perdido su forma original, es recomendable cambiarla, ya que podría no ajustarse correctamente y dejar de cumplir su función. Por otro lado, si adquiere un tono amarillento a pesar de los cuidados y la limpieza regular, puede ser señal de acumulación de bacterias. Y, por último, si deja de encajar bien o comienza a causar molestias, es importante acudir al dentista para que evalúe la necesidad de reemplazarla.

Errores a evitar

Sobre cómo limpiar el aparato de los dientes, es habitual cometer algunos errores que pueden deteriorar el material de la férula y reducir su efectividad.

Muchas personas creen que lavar la férula con jabón de platos es una buena idea. Sin embargo, estos productos contienen químicos abrasivos que pueden dañar su estructura y hacer que pierda resistencia. Asimismo, aunque el bicarbonato tiene propiedades desinfectantes, su uso frecuente puede desgastar la superficie de la férula, haciendo que se vuelva porosa y propensa a acumular bacterias.

Cepillarla con pasta de dientes tampoco es una alternativa viable, ya que muchas pastas dentales contienen partículas abrasivas que pueden rayar la férula y reducir su vida útil. Finalmente, dejar el aparato con restos de saliva y bacterias después de retirarla de la boca puede favorecer la proliferación de microorganismos, por lo que es esencial enjuagarlo.

En conclusión, saber cómo limpiar el aparato de los dientes es fundamental para evitar problemas de salud bucal y prolongar su vida útil. En lugar de recurrir a productos como jabón de cocina o bicarbonato, que pueden deteriorar el material de la férula y afectar su eficacia, es mejor enjuagarla con agua tibia tras cada uso, cepillarla con cerdas suaves y utilizar limpiadores específicos.

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