Shock por el ser vivo que han encontrado en esta parte de España: no es normal que esté ahí


En el corazón de La Palma, entre las formas caprichosas que la lava ha esculpido a lo largo de milenios, un descubrimiento científico ha hecho que el subsuelo de las Islas Canarias vuelva a ser protagonista de una historia fascinante. En un contexto donde la ciencia se adentra en territorios aún poco explorados, un equipo de investigadores ha logrado identificar un ser vivo nunca antes visto por el ojo humano en España. Se trata de un insecto con apariencia prehistórica, que ha evolucionado en completo aislamiento, adaptándose a condiciones extremas bajo la superficie de la isla.
El nuevo inquilino del subsuelo palmero ha sido bautizado como Cixius palmirandus, y su descubrimiento se ha publicado en la revista científica Subterranean Biology. Lo que hace especial a este ejemplar es su modo de vida exclusivamente subterráneo, en un ambiente que, por sus características, plantea un reto formidable para cualquier ser vivo: oscuridad absoluta, humedad constante y disponibilidad muy limitada de recursos.
El ser vivo más misterioso de España
La criatura fue hallada en la Cueva Honda de Miranda, una cavidad volcánica situada en el municipio de Breña Alta, al este de La Palma. Esta cueva, que hasta ahora no había sido explorada con fines biológicos, resultó ser el hábitat perfecto para un insecto que desafía la lógica evolutiva.
Los investigadores, entre los que se encuentran Heriberto López (IPNA-CSIC) y Pedro Oromí (Universidad de La Laguna), utilizaron trampas especialmente diseñadas para captar organismos adaptados a la vida sin luz. El Cixius palmirandus presenta una serie de características propias de los organismos troglobios, es decir, aquellos que viven permanentemente en ambientes subterráneos.
Entre estas adaptaciones se incluyen la pérdida casi total de pigmentación, la reducción extrema de los ojos y la atrofia de las alas, que ya no cumplen función alguna en un entorno donde el vuelo es innecesario. Su modo de alimentación también es peculiar: succiona savia de las raíces que se adentran en la cueva desde el exterior, aprovechando los recursos vegetales que logran penetrar hasta estas profundidades.
La identificación de este ser vivo no sólo amplía el catálogo de la biodiversidad en España, sino que refuerza la posición del archipiélago como uno de los grandes reservorios de fauna subterránea del planeta. Con la incorporación de Cixius palmirandus, ya son 17 las especies de chicharritas subterráneas conocidas en Canarias, lo que supone una proporción sorprendente si se tiene en cuenta que a nivel mundial sólo se han descrito 74. Esto representa aproximadamente el 23% del total global, una proporción sorprendentemente alta si se tiene en cuenta la limitada extensión territorial de las islas.
La rareza de esta nueva especie es tal que los científicos proponen su clasificación inmediata como «vulnerable» dentro de los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Su área de distribución conocida se reduce a un solo punto en el mapa: esa cueva concreta en Breña Alta. Este hecho convierte su conservación en una prioridad, ya que cualquier alteración en su hábitat podría poner en riesgo su existencia.
Investigaciones en Canarias
El hallazgo de Cixius palmirandus forma parte de un estudio más amplio que abarca otras islas del archipiélago, como El Hierro y La Gomera. En estas localizaciones, el equipo también ha identificado nuevas especies: Cixius theseus, Meenoplus skotinophilus y Tachycixius gomerobscurus. Cada una de ellas presenta características únicas y comparte el denominador común de haber evolucionado en completa oscuridad, en condiciones que desafían la supervivencia.
En el caso de Canarias, el origen volcánico de sus islas ha propiciado la formación de un extenso sistema de tubos lávicos, muchos de ellos todavía inexplorados. Estas cavidades naturales no solo son refugio de especies singulares, sino también archivos vivos de la historia geológica del archipiélago. La combinación de factores como el aislamiento geográfico, la variedad de microclimas y la diversidad de formaciones volcánicas ha convertido a Canarias en un laboratorio natural de evolución.
La Cueva Honda de Miranda, hasta hace poco una simple referencia topográfica, pasa ahora a ocupar un lugar destacado en el mapa científico. Su exploración ha demostrado que incluso en lugares aparentemente poco prometedores puede esconderse una forma de vida capaz de sobrevivir sin luz, sin pigmentos y sin alas.
En definitiva, el descubrimiento de Cixius palmirandus en la Cueva Honda de Miranda subraya la riqueza y fragilidad de los ecosistemas subterráneos de las Islas Canarias. Ésta nueva especie, adaptada a las duras condiciones de la vida en la oscuridad, se une a otras chicharritas subterráneas que conforman una de las concentraciones más altas del mundo de este tipo de insectos.
El hallazgo pone en evidencia la importancia de proteger estos hábitats únicos frente a las amenazas humanas como la contaminación o las alteraciones del entorno. Debido a su vulnerabilidad, los científicos proponen su clasificación como especies en riesgo, buscando incentivar acciones de conservación. Este descubrimiento amplía el conocimiento científico sobre la biodiversidad canaria.