Curiosidades
Especie invasora

Parece inofensivo, pero este pececillo es una especie invasora que fulmina ecosistemas en ríos de toda España

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

En España se estima que hay alrededor de 200 especies invasoras identificadas. Unas se arrastran, otras nadan, algunas vuelan… pero todas, a su manera, terminan afectando al equilibrio del ecosistema.

Este caso tiene como protagonista a un pececillo discreto, del que muchos ni han oído hablar. No se le ve con facilidad y nadie lo asociaría con una amenaza. Sin embargo, está colonizando ríos, desplazando a especies autóctonas y alterando el hábitat a gran velocidad.

Llegó a España para servir de cebo o de presa en la pesca deportiva de especies exóticas depredadoras como el lucio o el siluro. Desde ahí, se ha extendido sin control.

Este es el pez invasor que está ganando terreno en los ríos españoles

Su nombre científico es Alburnus alburnus, aunque se le conoce como alburno. Es un pez de agua dulce, pequeño, que rara vez supera los 15 centímetros de largo. El cuerpo es alargado, con una tonalidad plateada brillante y un dorso que cambia al verde o al azul, según la luz.

Se introdujo en 1992 en la cuenca del Ebro y, tres décadas después, ha colonizado casi todas las grandes cuencas hidrográficas de la Península: Tajo, Duero, Guadiana, Guadalquivir… Sólo Galicia, Asturias y Cantabria se libran de su presencia.

Tiene una tasa de fecundidad muy alta (puede poner hasta 2.000 huevos), alcanza la madurez sexual muy pronto y no es nada exigente con su alimentación, pues come zooplancton, insectos, crustáceos e incluso peces más pequeños. Esto lo convierte en un competidor directo de muchas especies locales.

Este pececillo prefiere aguas claras, con algo de corriente y bien oxigenadas. Vive en ríos y lagos, siempre cerca de la superficie, aunque durante el invierno puede refugiarse en zonas más tranquilas. Tolera temperaturas de hasta 30 ºC y se mueve sin problema en aguas con distintos niveles de pH.

¿Cuál es el impacto de este animal invasor en nuestros ecosistemas?

El alburno no sólo compite por el alimento, también altera el ecosistema a otros niveles. Su dieta basada en el zooplancton puede provocar un efecto en cadena como el aumento de algas, mayor turbidez del agua y un desequilibrio en la concentración de nutrientes.

Su presencia ya coincide con la de 17 especies endémicas, muchas en situación vulnerable. El jarabugo (Anaecypris hispanica), por ejemplo, está en peligro de extinción y corre serio riesgo por la hibridación con este invasor. Además, el alburno no duda en cruzarse con otros ciprínidos, generando híbridos que amenazan la genética de especies únicas de nuestra fauna.

Además, puede transmitir parásitos y virus a peces locales, debilitando todavía más las poblaciones autóctonas.

¿Qué se está haciendo para frenar la expansión de este pez en España?

Su alta capacidad reproductiva y la falta de depredadores naturales complican cualquier intento de erradicación.

Las administraciones están reforzando la vigilancia en embalses y ríos. Se han puesto en marcha campañas para concienciar a los pescadores sobre el riesgo de traslocar ejemplares de un lugar a otro. También se trabaja en estudios sobre métodos de control que puedan adaptarse a las distintas situaciones donde se ha establecido.

Otra medida clave es la limpieza rigurosa de utensilios y embarcaciones. Parece un detalle menor, pero un par de huevos pegados a una red pueden desencadenar una nueva invasión en otra cuenca.