Curiosidades
Especie invasora

Parece un adorable capibara, pero es una letal especie invasora que destruye ecosistemas fluviales en España

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

En España se han identificado más de 200 especies exóticas invasoras que amenazan a los ecosistemas. Algunas parecen inofensivas al llegar, como si estuvieran de paso. Pero con el tiempo se quedan, se expanden y lo cambian todo.

Una de ellas llama la atención por su aspecto. De lejos, se parece a un capibara: cuerpo grande, pelaje espeso, cara tranquila. Casi entrañable, pero esa imagen engaña, pues este animal, que ni siquiera es una rata aunque lo diga su nombre, está haciendo estragos en ríos y humedales en el país.

Esta es la especie invasora que parece un capibara, pero arrasa con los ecosistemas

La Ondatra zibethicus es más conocida por su apodo: rata almizclera, aunque no es una rata. Es un roedor acuático norteamericano que se mueve como pez en el agua y que, durante el siglo XX, fue traído a Europa para alimentar la industria peletera, pero que hoy, ya fuera de las granjas, se le puede ver como una especie invasora en toda regla.

Puede llegar a pesar dos kilos y mide hasta 70 centímetros. La mitad del cuerpo es cola, una cola escamosa y aplanada que le sirve como timón, sus patas traseras, palmeadas, el cuerpo, recubierto de pelo denso que lo aísla del frío y está diseñado para el agua.

En España se puede encontrar en Navarra, donde se confirmó su presencia en 2008, pero los rastros indican que llevaba más tiempo instalada. Cría todo el año, en grupos familiares numerosos, y una sola hembra puede dar a luz hasta 15 crías por camada. Uno de los mayores peligros de esta especie invasora es que se multiplica rápido y echarla es casi imposible.

¿Cuál es el impacto de esta especie invasora en España?

Lo primero que cambia es el paisaje. Se alimenta de plantas acuáticas, pero también de pequeños peces, ranas, cangrejos. Arrasa con la vegetación que encuentra a su paso, lo que deja sin refugio ni alimento a otras especies nativas.

A eso hay que sumarle el daño físico, pues la rata almizclera excava madrigueras que debilitan las orillas, lo que se traduce en erosión, derrumbes y problemas en infraestructuras construidas cerca del agua.

Además, también hay problemas desde el punto de vista sanitario. Este animal puede portar Leptospira, una bacteria que se transmite al agua y que puede provocar leptospirosis, una enfermedad con efectos graves para las personas. Suele empezar con fiebre, dolor de cabeza y náuseas, pero puede terminar en insuficiencia renal, meningitis, hemorragias o incluso en la enfermedad de Weil, que, si no se trata a tiempo, puede ser mortal.

En Francia se la ha vinculado con parásitos como Echinococcus, otro riesgo más que sumar a la lista, capaz de causar dolor abdominal, fatiga y disfunción hepática. Este parásito puede provocar en humanos una enfermedad grave llamada equinococosis alveolar.

Lo peor es que basta con tocar tierra, agua o alimentos contaminados para contagiarse, por lo que se recomienda tener cuidado con los entornos donde uno pasea.

Si bien en Navarra su presencia ha sido puntual, no se pone en duda que termine expandiéndose rápidamente, amplificando sus efectos negativos sobre la biodiversidad, la agricultura y la salud pública en España.