Curiosidades
Psicología

Ni rojo ni verde: los 3 colores que siempre llevan las personas inteligentes

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Psicólogos especializados en colorimetría han identificado cuáles son los colores que utilizan las personas más inteligentes. «Los colores actúan como un lenguaje silencioso», afirman. En esta línea, quienes muestran un comportamiento más racional y analítico, tanto en el ámbito personal como profesional, utilizan determinados colores que no son ni el rojo ni el verde, asociados tradicionalmente con la pasión o la naturaleza.

Todo apunta a que la inteligencia prefiere la discreción cromática. Sin embargo, «vestir de manera inteligente no significa vestirse de forma aburrida. Significa elegir conscientemente aquello que habla por nosotros, sin necesidad de levantar la voz». Asimismo, los expertos señalan que «en algunos países asiáticos, por ejemplo, el blanco puede asociarse con el duelo, mientras que en Occidente se vincula a la pureza o la claridad. Lo importante no es el color en sí, sino el significado compartido que le damos».

Los colores que utilizan las personas más inteligentes

La preferencia por los tonos neutros coincide con una corriente más amplia: la búsqueda de serenidad en un mundo saturado de estímulos. En las últimas temporadas, las pasarelas han girado hacia el «quiet luxury», una estética que prioriza la discreción  sobre la ostentación. «El color se ha convertido en un acto de autocontrol. Escoger un tono neutro es una declaración: «pienso antes de actuar»», señalan los expertos.

Gris: el color de la lógica

Entre los tres colores que más se relacionaron con las personas más inteligentes, especialmente en sus versiones perla y grafito. Este tono, considerado durante décadas como aburrido o demasiado formal, está resurgiendo con muchísima fuerza.

«Quien viste de gris suele transmitir calma y dominio emocional. En un entorno saturado de estímulos visuales, el gris sugiere concentración. Es el color de quienes piensan antes de hablar».  En el mundo corporativo, muchas figuras del sector tecnológico eligen trajes, chaquetas o prendas en esa gama cromática. «Steve Jobs optaba por el negro, pero el principio era el mismo: eliminar distracciones. El gris o el negro funcionan como una pizarra limpia sobre la que se dibuja la mente».

Azul marino: confianza y pensamiento estructurado

El azul marino ocupa el segundo puesto en la lista. En la psicología del color, el azul ha sido históricamente vinculado a la serenidad, la lógica y la estabilidad. Sin embargo, el matiz oscuro del azul marino añade un componente de autoridad que lo convierte en un favorito entre líderes, académicos y expertos.

«El azul marino es el punto de encuentro entre la empatía y la disciplina. Es un color que invita a confiar, pero sin perder el respeto. Tiene el peso simbólico de lo intelectual, pero también un toque emocional. No impone, convence».

Blanco: claridad y transparencia mental

El tercer color más frecuente entre las personas percibidas como inteligentes fue el blanco. Su papel en la cultura occidental ha oscilado entre la pureza y la neutralidad, pero en los últimos años ha ganado un significado muy poderoso: el del orden mental.

«El blanco amplifica la sensación de claridad y estructura. Una persona vestida de blanco o con prendas claras proyecta limpieza conceptual, apertura y atención a los detalles. En entornos creativos, suele estimular la innovación tranquila, esa que surge sin ruido».

Lo interesante no es solo qué colores eligen las personas más inteligentes, sino cuáles evitan, como el rojo, el verde intenso o el naranja brillante. «No significa que sean negativos.Simplemente evocan emociones rápidas: pasión, energía, espontaneidad. En cambio, los colores neutros favorecen la idea de estabilidad y reflexión».

«El verde es un color amable, pero su efecto depende mucho del contexto. En un entorno académico puede parecer poco serio, mientras que en el arte o la sostenibilidad adquiere otra fuerza».

Esta diferencia podría explicar por qué, en exámenes, conferencias o reuniones estratégicas, las personas tienden inconscientemente hacia la paleta de los neutros. Es una forma de reducir la sobrecarga visual y centrar la atención en el contenido.

El color como extensión del pensamiento

Por otro lado, los psicólogos subrayan que el color también moldea el entorno mental. «El color influye en la manera en que procesamos información. Un espacio gris o azul suave reduce la carga cognitiva, mientras que uno muy colorido puede generar distracción. Cuando eliminas decisiones innecesarias sobre tu apariencia, dejas más espacio para las ideas»

Al final, los tres colores más asociados con la inteligencia gris, azul marino y blanco comparten una misma filosofía, según afirman los expertos. Representan el equilibrio, la coherencia y la claridad entre el pensamiento y la apariencia. No se trata de imponer un código de vestimenta, sino de entender de qué manera los colores pueden reforzar la personalidad.

«El color comunica valores. Las personas que buscan transmitir inteligencia tienden a elegir colores que no compiten con su mensaje».  Quizá por eso, cada vez más personas optan por la sobriedad cromática, lo cual refleja la serenidad de quienes confían en su mente y dejan que los colores sean un fiel reflejo de su inteligencia.