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Ni en la nevera ni en la encimera: el truco definitivo para conservar castañas durante meses sin estropearlas

  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

En otoño, los mercados se llenan de uno de los frutos secos más esperados de la temporada: las castañas. Su aroma al asarse inunda calles y hogares, y su sabor reconfortante se asocia con la calidez de las reuniones familiares.

Además de ser deliciosas, destacan por su valor nutricional. Son bajas en grasa, ricas en fibra y aportan minerales como magnesio, hierro y calcio, así como vitaminas del grupo B.

Su temporada es corta y mantenerlas frescas más allá de unas pocas semanas puede parecer imposible. No obstante, existe un método sencillo y eficaz para conservarlas durante meses sin que pierdan su sabor ni su textura original.

Cómo conservar las castañas frescas por más tiempo sin que se estropeen

Aunque muchas personas optan por guardarlas en el frigorífico o dejarlas en la despensa, estos métodos sólo funcionan a corto plazo. Según los expertos de We Are Phenix, conservar las castañas a temperatura ambiente apenas permite mantener su frescura unos 15 días, mientras que el frigorífico prolonga su vida útil a lo sumo un mes.

La clave, sin embargo, no está en la nevera. El secreto para disfrutar de castañas perfectamente conservadas hasta 6 meses está en la congelación. Este método frena el proceso natural de deterioro y mantiene intactas sus propiedades organolépticas: sabor, textura y aroma.

La ventaja de este sistema es que no requiere descongelarlas antes de cocinarlas. Basta con sacarlas del congelador y colocarlas directamente al horno o sartén para asarlas. De esta forma, se puede disfrutar del mismo placer otoñal incluso en otras estaciones.

Recomendaciones para congelar las castañas correctamente

El proceso de congelación puede hacerse de dos formas, dependiendo del uso que se les quiera dar más adelante. La primera consiste en congelar las castañas crudas con piel, mientras que la segunda opción implica pelarlas tras una breve cocción.

1. Congelar castañas crudas con piel

Este método es el más rápido. Únicamente hay que introducir las castañas enteras, tal y como se compran, en un recipiente hermético apto para el congelador. En el momento de consumirlas, pueden asarse directamente sin necesidad de descongelar.

2. Congelar castañas cocidas y peladas

Si se planea usarlas en postres, cremas o purés, conviene pelarlas antes de congelarlas. Para ello, se les hace un pequeño corte y se cuecen entre una y dos horas. Una vez frías, la piel se desprende con facilidad. Después se guardan en tarros de cristal o bolsas especiales para congelación.

Consejos clave antes de guardar castañas en el congelador

La calidad del fruto es esencial. Frutas Andrés recomienda elegir castañas firmes, sin manchas ni signos de humedad. Si están huecas o blandas, es señal de que ya no son aptas para conservar.

También se aconseja secarlas bien antes de congelarlas y evitar las bolsas comunes, ya que impiden la correcta circulación del aire. Los recipientes herméticos o de vidrio son la mejor opción para prevenir la humedad y conservar su sabor original.

Gracias a la congelación, disfrutar de este fruto más allá del otoño es posible. Con una preparación mínima y los recipientes adecuados, las castañas pueden mantenerse en perfecto estado durante medio año.