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Es muy peligroso: lo que jamás debes hacer con las ollas

Toma nota de lo que nunca debes hacer con las ollas en tu casa

Miles de personas están poniendo un corcho dentro de la nevera: acaba con un problema importante

Es muy peligroso: lo que jamás debes hacer con las ollas
Ollas.
Gemma Meca
  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Nunca debes repetir esta práctica con las ollas, se hace en muchas casas y está detrás de algunas enfermedades que pueden ser muy graves. La comida se ha convertido en un elemento que debemos tener en cuenta y que quizás hasta ahora no habíamos tenido en cuenta. Sin duda alguna, guardar correctamente todos los alimentos es algo que debemos hacer, por varios motivos. Principalmente, ante una serie de elementos que van de la mano y que puede ser claves.

Hacer caso de los expertos a la hora de guardar la comida en la nevera nos ahorrará más de un problema. No le damos importancia a una tarea que puede suponer una enfermedad. Tendremos que estar preparados para poder afianzar algunos detalles que van de la mano y pueden acabar haciendo sus propias normas. Sin duda alguna, habrá llegado el momento de empezar a pensar en dejar de hacer algo que parece que nos ahorra tiempo y esfuerzos, cuando en realidad puede estar haciéndonos gastar más de la cuenta con este tipo de elementos. Esto es lo que jamás debes hacer con las ollas, por tu propio bien.

Es peligroso hacer esto

Todo lo que tiene que ver con comida y cambios de temperatura puede conllevar riesgos. Los cambios pueden afectar a las características de los alimentos, pudiendo ser el origen de la proliferación de determinadas bacterias que podemos acabar comiendo.

Cuidar nuestro cuerpo es fundamental, no solo ir al gimnasio o cuidar el tipo de alimentos. Debemos empezar a ver lo que pasará cuando manipulamos alimentos, algunos de ellos, pueden acabar siendo los que nos acompañen en estos días que tenemos por delante.

De tal manera que debemos empezar a pensar en todo lo que está por llegar en estos días en los que la comida caliente es una realidad. Empieza la temporada de guisos calientes y de sopas, por lo que debemos empezar a pensar en todo lo que está por llegar.

A la hora de guardar la comida caliente en la nevera hay que tomar algunas precauciones que quizás hasta ahora no habías tenido en cuenta. Lo de guardar la olla en la nevera directamente puede ser un riesgo que debes tener en cuenta. Por lo que, será mejor que empieces a prepararte para no cometer un error tan grande que puede ponerte enfermo.

Lo que jamás debes hacer con las ollas

Los expertos de la FDA, la administración americana encargada de la salud de las personas, la comida y los medicamentos, nos indican qué debemos hacer con las ollas. Acabaremos con la costumbre de poner esta olla en la nevera que puede causarnos más de un problema.

Estas reglas son las que citan los americanos en su página web que podemos poner en práctica.

Refrigere o congele inmediatamente los alimentos perecibles. Se deben colocar los alimentos que requieren refrigeración en el refrigerador tan pronto como llegue a casa. Siga la “regla de las dos horas” para dejar fuera los alimentos que necesiten refrigeración a temperatura ambiente. Nunca permita que carne, aves, mariscos, huevos, productos u otros alimentos que requieran refrigeración permanezcan a temperatura ambiente por más de dos horas (una hora si la temperatura ambiente es sobre 90° F). Esto también se aplica a alimentos como sobras, cajitas para las sobras y alimentos para llevar. Además, al almacenar alimentos, no llene el refrigerador o congelador tan apretado que no pueda circular aire.

Mantenga sus aparatos a las temperaturas adecuadas. Mantenga la temperatura de su refrigerador a 40°F (4° C) o menos. La temperatura del congelador debe ser 0° F (-18° C). Verifique periódicamente las temperaturas. Los termómetros de los artefactos son la mejor forma de conocer estas temperaturas y generalmente son económicos.

Verifique las instrucciones de almacenamiento en las etiquetas. Muchos otros alimentos aparte de las carnes, vegetales y productos lácteos deben mantenerse fríos. Si no refrigeró adecuadamente algún alimento, normalmente lo mejor es desecharlos.

Consuma los alimentos listos para comer tan pronto como sea posible. Se deben consumir alimentos listos para comer refrigerados tan pronto como sea posible. Mientras más prolongado sea el almacenamiento en el refrigerador, habrá más posibilidad de que la Listeria, una bacteria que provoca enfermedades transmitidas por los alimentos, pueda desarrollarse, especialmente si la temperatura del refrigerador es superior a 40° F (4° C).

Esté alerta a los alimentos descompuestos. Se debe desechar cualquier alimento que se vea o huela sospechoso. El moho es una señal de descomposición. Éste puede desarrollarse incluso en condiciones de refrigeración. El moho no es una amenaza principal para la salud, pero puede hacer que los alimentos sean poco apetecibles. La práctica más segura es desechar los alimentos que tengan moho.

Tenga en cuenta que la comida puede enfermarlo gravemente incluso cuando no se ve, huele o sabe mal. Esto se debe a que las enfermedades transmitidas por los alimentos son causadas por bacterias patógenas, que son diferentes de las bacterias de descomposición que hacen que los alimentos «se pongan malos». Muchos organismos patógenos están presentes en la carne cruda o poco cocida, las aves de corral, los mariscos, la leche y los huevos; agua sucia; y en frutas y vegetales. Mantener estos alimentos adecuadamente refrigerados disminuye el crecimiento de las bacterias.

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