Curiosidades
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El motivo por el que las ventanas de los trenes tienen puntos negros: un experto confirma su función oculta

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Los pequeños puntos negros que rodean las ventanas de los trenes, y que la mayoría de pasajeros consideran un simple detalle estético, en realidad juegan un papel muy importante en términos de seguridad, durabilidad y confort térmico. En este contexto, un doctor en física-química ha publicado en redes sociales un vídeo explicando cuál es su verdadera utilidad.

«Estos puntitos cumplen un rol bastante importante, porque la expansión térmica del cristal y del marco que lo rodea es diferente. Si esto se calienta, lo que hacen estos puntitos es distribuir de manera más uniforme el calor, evitando que el cristal se quiebre o se rompa. Además, tienen un ligero relieve que mejora la adhesión del vidrio al marco del tren», comienza.

Los puntos negros en las ventanas de los trenes

@phdresponde🚆 ¿Te has fijado en los puntitos negros que rodean las ventanas de los trenes? 👀 No son decoración: se llaman “frits”, un esmalte cerámico que se imprime sobre el cristal y se funde con él durante la fabricación. ¿Para qué sirven? – Protección frente al calor: el vidrio y el marco del tren no se dilatan igual con la temperatura. Los frits ayudan a repartir mejor esa diferencia de expansión térmica y evitan que el cristal se agriete. – Mejor adhesión: su superficie rugosa facilita que el pegamento se agarre mejor y la ventana quede firmemente fijada al tren. – Filtro solar: los puntos ayudan a reducir el paso de radiación solar en los bordes, protegiendo el adhesivo (sensible a UV). 🌞 En resumen: esos puntitos negros hacen que las ventanas de los trenes sean más resistentes, más seguras y se queden pegadas durante más tiempo. … 🌍 Explico fenómenos naturales a mi manera — sigo aprendiendo contigo 🙌♬ original sound – phdresponde

El doctor señala que los puntos negros que se pueden ver en las ventanas de los trenes reciben el nombre técnico de «frists» y no son simples elementos decorativos, sino que son una parte esencial del diseño del cristal.

Estos puntos se distribuyen con una densidad que va disminuyendo gradualmente hacia el interior del cristal, creando un efecto de degradado. Este patrón, además de proteger y estabilizar la estructura del cristal frente a los cambios de temperatura, la radiación solar y las tensiones mecánicas, ofrece una transición visual más suave entre el marco oscuro del tren y el cristal transparente, reduciendo el contraste que podría molestar a la vista de los pasajeros.

La función de los «frits» se resumen en tres grandes apartados que la industria del vidrio considera esenciales:

  • Protección térmica: el vidrio y el marco del tren están hechos de materiales distintos, con diferentes coeficientes de expansión térmica. Cuando las temperaturas cambian bruscamente (por ejemplo, entre el calor del sol y el aire acondicionado interior), ambos materiales se dilatan de forma desigual. Los puntos negros ayudan a distribuir esa tensión de forma más homogénea, evitando grietas.
  • Mejor adhesión: al tener una textura más rugosa que el vidrio liso, los «frits» facilitan la fijación del adhesivo que sujeta la ventana al bastidor. En los trenes modernos, las lunas suelen ir pegadas con resinas de uretano, muy sensibles a la radiación ultravioleta.
  • Filtro solar: los puntos negros actúan como un escudo frente a los rayos UV y la luz visible intensa, especialmente en los bordes del cristal, donde se encuentra el adhesivo estructural. Al absorber parte de esa radiación, evitan que el pegamento se degrade con el tiempo y prolongan la vida útil de la ventana.

La técnica de aplicar esmalte cerámico sobre el vidrio se desarrolló en la industria automotriz en los años 60, cuando comenzaron a fabricarse parabrisas curvados. Hoy, los «frits» forman parte del estándar de fabricación de casi todas las ventanas laminadas de vehículos modernos.

Reacciones en redes

Entre los comentarios del vídeo, hay uno que pone en duda la veracidad de la información: «no me termina de cuadrar. Esas ventanas suelen ser laminadas, para evitar que se rompa en añicos. Y al estar laminadas, no tienes el problema de diferencias de expansión por calor. Las lunas delanteras y traseras de los coches les pasaría lo mismo». A lo que el doctor en física-química responde: «creo que aún estando laminadas se expanden térmicamente, no?De hecho, hay coches con estos puntos (llamados frits) también».

A modo de respuesta, el usuario comenta: «pero al ser finas, apenas hay diferencia en la expansión. Las posibles roturas por expansión térmica se producen en vidrios gruesos, en finos es bastante raro. Puedes hacer la prueba con agua hirviendo sobre una jarra gruesa de cerveza y sobre una copa. Posiblemente la jarra rompa, la copa difícilmente. Además que esos puntos sólo están en las capas exteriores, no en todas. Parece que tiene que ver más con el agarre a la silicona del borde». Finalmente, el creador del vídeo zanja la cuestión: «¡bien argumentado! Nosotros hemos encontrado que es tanto para la expansión térmica (¿quizás son suficientemente gruesos?) como para facilitar la adherencia. Lo habíamos escrito en la descripción del vídeo.