El misterio de las vacas salvajes en Chernóbil

El desastre nuclear de Chernóbil, provocó que debido a la contaminación radiactiva, el área sea considerada inhabitable durante 20.000 años, pero lo cierto que  tres décadas después, numerosos estudios revelan que se ha desarrollado una comunidad animal diversa y abundante en el lugar del desastre siendo ahora noticia un grupo de vacas cuyo comportamiento es similar al de los animales salvajes. ¿Cuál es el misterio de las vacas salvajes de Chernóbil?.

El misterio de las vacas salvajes en Chernóbil

Puede que pensáramos que la zona de exclusión de Chernóbil lleva años oficialmente deshabitada pero según un estudio de la Reserva de la Biosfera Radio ecológica de Chernóbil se ha descubierto un grupo de vacas que han suscitado el interés de los científicos y biólogos.

El grupo se ha dedicado a analizar el comportamiento del ganado abandonado tras el desastre nuclear del 26 de abril de 1986. A medida que han ido pasando los años (y teniendo en cuenta que han ido naciendo nuevos ejemplares) los animales se han vuelto «salvajes». Según reveló el estudio, que fue compartido como un testimonio en una publicación de Facebook con fotos del grupo avistado, las vacas se organizan a todos los efectos como si fueran una manada de animales salvajes y con un comportamiento que dista bastante de cómo suelen comportarse estos animales «domésticos» o de granja.

Se ha observado que el grupo de vacas se ha establecido en una estricta jerarquía, adaptándose además sin ningún tipo de problema a la dura climatología de la zona. Según la organización que han desarrollado, los terneros que son más vulnerables están siempre bajo la estricta protección de las hembras. El toro más fuerte y de más edad, es el encargado de mantener también bajo su protección a los machos más jóvenes, con el fin de que no acaben siendo objetivo de los depredadores también presentes en la zona, aunque no duda en enfrentarse a ellos cuando desafían su liderazgo.

Los uros euroasiáticos, los antepasados de las vacas salvajes de Chernóbil

El estudio se ha basado no solo en la observación, sino también en evaluar cómo vive el grupo de ganado, señalando que incluso los ejemplares más jóvenes y desprotegidos han desarrollado la capacidad de adaptarse al frío. Dichas observaciones y estudios han servido para que la comunidad científica concluya en la importancia que juega el ecosistema y que se compare a estas vacas salvajes, con los que posiblemente fueron sus antepasados: los uros euroasiáticos (Bos primigenius, o Bos taurus primigenius.

Los uros euroasiáticos, que se extinguieron en el siglo XVII, eran animales sociables e intelectualmente desarrollados. Su hábitat principal eran los bosques y muy raramente eran presa de depredadores como los lobos, sin embargo acabaron siendo víctimas de la caza, una de las causas de su extinción junto con el retroceso de los bosques.

Otros datos curiosos sobre la fauna y flora de Chernóbil

Más de tres décadas después del desastre nuclear de Chernóbil el caso de este grupo de vacas salvajes en la zona en la que antes estuvo la central nuclear no es el único que ha alertado a los biólogos. De hecho, en 2019 ya se informó de como tras la explosión radiactiva, las hojas de los árboles en los bosques cercanos se acabaron oxidando y de ahí que se conozcan ahora como «Bosques rojos».

Pero a pesar de la supervivencia de estas plantas oxidadas, tras el desastre se dio orden de talar todos los árboles circundantes y matar a los animales de la zona. Esto sin embargo, no impidió que crecieran nuevos árboles que se suman al conjunto de plantas que se dejaron vivir y que además se produjera un efecto curioso, ya que al margen de las vacas que sobrevivieron, aumentó la población de animales salvajes, como lobos y osos, que al no ser victimas de la caza del hombre han podido prosperar.

Pero no son los únicos, sino que la zona de Chernóbil está también habitada por linces , bisontes , ciervos, alces , castores, zorros, tejones , jabalíes, perros mapaches y hasta más de 200 especies de aves han formado su propio ecosistema dentro del área de desastre de Chernobyl. y junto con los animales más grandes, una variedad de anfibios, peces, gusanos y bacterias hacen del entorno despoblado su hogar, aunque otros muchos animales no sobrevivieron o no han sabido adaptarse al medio

Es el caso de los insectos y las arañas que experimentaron una gran caída en su número. Un estudio de 2009 en Biology Letters indicó que cuanta más radiación había en ciertos lugares alrededor del área del desastre de Chernobyl, menor era la población de invertebrados. Algo que también se vio tras el  accidente nuclear de 2011 en la central nuclear de Fukushima, en la que ejemplares de aves, cigarras y mariposas disminuyeron, mientras que otras poblaciones de animales salvajes no se vieron afectadas.