Curiosidades
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El creador del KH-7 revela lo que nadie pensaba: no se utilizaba para lo que pensabas

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

A lo largo de la historia, la humanidad ha sido testigo de una serie de inventos que han transformado radicalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. Estos inventos no sólo han resuelto problemas cotidianos, sino que también han abierto las puertas a nuevas posibilidades y han cambiado el rumbo de la sociedad. Desde la invención de la rueda en la antigüedad, que facilitó el transporte y el comercio, hasta la creación de la electricidad, que revolucionó la comunicación y la industria, cada avance ha dejado una huella en nuestra cultura y estilo de vida.

Uno de los aspectos más fascinantes de la innovación es cómo algunos productos se desarrollan para un propósito específico, solo para encontrar aplicaciones inesperadas que amplían su utilidad. Un claro ejemplo de esto es el KH-7, un desengrasante que fue creado originalmente para limpiar joyas, pero que con el tiempo se convirtió en un aliado indispensable en las cocinas de millones de hogares. La historia de KH-7 refleja cómo la necesidad puede impulsar la creatividad y cómo un simple invento puede adaptarse y evolucionar para satisfacer las demandas cambiantes de la sociedad. En este contexto, es fundamental reconocer la historia detrás de cada invento, así como su impacto en el mundo que nos rodea.

¿Para qué se creó inicialmente el KH-7?

Jaume Lloreda, el creador del famoso desengrasante KH7, compartió su inspiradora historia en el programa «A vivir» de la Cadena SER. Originalmente, Lloreda había fundado una empresa de recubrimientos metálicos, pero su trayectoria dio un giro inesperado cuando enfrentó la necesidad de limpiar joyas. Así nació la primera versión del KH7, concebido inicialmente para eliminar la grasa de las joyas después de pulirlas.

La idea del producto surgió de un desafío personal; según Lloreda, «nace porque uno tiene dificultades para limpiar y entonces tiene que inventar». Con el tiempo, y tras una crisis que le obligó a revaluar su enfoque, se dio cuenta de que el quitagrasas podía ser útil en otros contextos. Este cambio de rumbo llevó a que el KH7 se convirtiera en un aliado en las cocinas, así como en la limpieza de bicicletas y automóviles.

El nombre del producto tiene su propia historia: «La letra K proviene de un detergente, la H de un disolvente y el 7 representa la séptima prueba que dio con la fórmula correcta». Desde su lanzamiento al mercado, KH7 ha tenido un éxito impresionante, vendiendo alrededor de 140.000 unidades al día y generando unos ingresos de 66 millones de euros.

El KH-7 no sólo se ha consolidado en España, sino que también ha conquistado mercados internacionales, demostrando que una necesidad básica puede transformar la vida de una persona y crear un legado duradero. Con 77 empleados, la empresa ha expandido su presencia a EE.UU. y 14 países, y planea comenzar operaciones en Irlanda, además de buscar oportunidades en Perú y Colombia.

Este año, la inversión en innovación tecnológica ha alcanzado 1,5 millones de euros en la empresa, que cuenta con un equipo de seis investigadores y tres ingenieros. Su principal enfoque es desarrollar inteligencia artificial aplicada al negocio. La fábrica produce 120.000 botellas diarias con la ayuda de robots. El dueño destaca la botella más pequeña del mundo, que pesa sólo 28 gramos, y lanzará una versión 100% reciclable este otoño.

Usos de este producto en el hogar

El KH7 es un desengrasante muy versátil que se ha convertido en un imprescindible en muchos hogares gracias a su eficacia en diversas aplicaciones. En la cocina, su uso más común es para limpiar electrodomésticos, encimeras y campanas extractoras. Al aplicar el producto sobre las superficies, dejarlo actuar unos minutos y frotar con una esponja, los resultados son inmediatos, logrando una limpieza profunda y brillante.

Además, los utensilios de cocina como sartenes y ollas, que a menudo acumulan grasa y residuos, se pueden limpiar fácilmente con KH7. Simplemente rociando el producto y enjuagando después, se logra no solo eliminar la grasa, sino también desinfectar los utensilios. Este desengrasante también es eficaz para los electrodomésticos, como frigoríficos y hornos, eliminando residuos sin dañar las superficies.

El KH7 no se limita al hogar; también es útil para el cuidado del automóvil, donde puede eliminar la grasa y la suciedad del motor y limpiar las llantas, logrando un acabado brillante. En el mantenimiento del jardín, se puede aplicar a herramientas de jardinería y muebles exteriores, manteniéndolos en óptimas condiciones.

Otra de sus aplicaciones es en la eliminación de manchas difíciles en la ropa. Al tratar las manchas con KH7 antes de lavar, se pueden obtener excelentes resultados. También se recomienda su uso en superficies exteriores, como terrazas y patios, donde se puede mezclar con agua y aplicar con una escoba para una limpieza efectiva. Por último, es ideal para bicicletas y otros vehículos, ayudando a mantenerlos limpios y en perfecto estado. En resumen, KH7 es un aliado versátil y eficaz para diversas tareas de limpieza.