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El cometa A3 está a punto de pasar por la Tierra: descubre la fecha y cómo ver en directo su desintegración

Cometa A3
Cometa.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
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El cometa A3, también conocido como C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS), es un cometa no periódico originario de la nube de Oort. Su descubrimiento tuvo lugar en enero del año pasado, siendo detectado simultáneamente por dos observatorios astronómicos destacados: el Observatorio de la Montaña Púrpura de China y el proyecto ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) de Hawái.

Los astrónomos han calculado que el cometa A3 se está acercando peligrosamente al Sol, lo que plantea la posibilidad de que se desintegre debido a las altas temperaturas solares o que su brillo disminuya significativamente. Sin embargo, si las condiciones lo permiten, este cometa será visible a simple vista desde la Tierra, sobre todo en el hemisferio norte, hacia finales de septiembre.

¿Cuándo ver el cometa A3?

Los astrónomos predicen que el cometa A3 será visible a simple vista en octubre de 2024, tras su paso por el Sol, momento conocido como perihelio. Se estima que alcanzará una luminosidad similar a las estrellas más brillantes del cielo nocturno, con una magnitud prevista de -1, lo que lo haría fácilmente visible para el ojo humano.

El brillo del cometa ha ido fluctuando a lo largo del tiempo. Entre los meses de marzo y abril de 2023, su magnitud alcanzó los 16.5, luego se estabilizó en 16 durante mayo-agosto de ese año. Para diciembre de 2023, su brillo aumentó a magnitud 14.5 y, posteriormente, en febrero-marzo de 2024, incrementó hasta magnitud 11. En abril de ese mismo año, su brillo aumentó a magnitud 10, haciéndolo visible incluso con telescopios pequeños y mostrando una cola de 2.5 minutos de arco.

Los días más destacados para observar el cometa serán el 12 y 13 de octubre, justo después de su perihelio el 27 de septiembre. En el hemisferio norte, se podrá encontrar en la constelación de Virgo después del atardecer, mientras que en el hemisferio sur será visible en el cielo matutino a partir de septiembre.

Sin embargo, la gran incógnita es si el cometa sobrevivirá a su paso por el Sol. Algunos expertos sugieren que podría ofrecer un espectáculo tan impresionante como el famoso cometa Hale-Bopp de 1997, mientras que otros creen que podría desintegrarse en su perihelio a finales de septiembre.

El cometa A3 representa un fenómeno cósmico excepcional que se presenta una vez cada 26.000 años, marcando un momento único en la historia astronómica de la humanidad. Este acontecimiento será equiparable a otros eventos celestiales recientes, como el eclipse solar y el paso del cometa 12P/Pons-Brooks, brindando una oportunidad sin igual para los entusiastas de la astronomía.

¿Cómo se forman?

Los cometas son astros que orbitan dentro del Sistema Solar, compartiendo espacio con la Tierra. Estos cuerpos celestes son reliquias de la formación del sistema solar hace unos 4.600 millones de años, cuando la nebulosa solar colapsó.

Su composición incluye hielo seco, agua, roca, amoníaco, metano y otros materiales, que permanecen congelados a bajas temperaturas. A medida que se acercan al Sol, el hielo del núcleo se vaporiza, formando una atmósfera llamada coma y una cola que se proyecta hacia atrás.

El tamaño de los cometas varía significativamente. Por lo general, el núcleo tiene unos 10 kilómetros de diámetro en promedio, pero puede llegar hasta los 50 kilómetros. En cuanto a la cola, puede extenderse millones de kilómetros, siendo muy variable su tamaño, especialmente a medida que se acercan al Sol.

Estos astros se clasifican en diferentes tipos según su tamaño. Desde los cometas enanos, con núcleos de menos de 1,5 kilómetros, hasta los gigantes, con núcleos que pueden superar los 50 kilómetros de diámetro. Sus órbitas son elípticas y se dividen en ciclos cortos, medios o largos, dependiendo de su duración.

En comparación con otros cuerpos celestes, como estrellas, satélites o meteoritos, los cometas tienen características únicas que los distinguen. Entre ellos se encuentran el tamaño, la composición, la órbita y la atmósfera, entre otros.

Algunos cometas famosos incluyen el cometa Halley, descubierto por Edmund Halley en 1705 y conocido por su período de aproximadamente 76 años; el cometa Hale-Bopp, descubierto en 1995 y visible durante varios meses seguidos; y el cometa Shoemaker-Levy, que colisionó con Júpiter en 1994, proporcionando la primera observación directa de una colisión entre cuerpos celestes.

Diferencias con los asteroides

Los cometas, generalmente más pequeños, tienen un tamaño promedio de hasta 10 kilómetros, mientras que los asteroides suelen ser de mayor tamaño.

Una distinción clave es su órbita: los asteroides siguen una órbita que tiende a ser más circular, a diferencia de los cometas, cuyas órbitas pueden ser más elípticas.

La presencia de una cola es una característica distintiva de los cometas. Esta cola se forma cuando el cometa se acerca al Sol y los materiales del núcleo se vaporizan. Los asteroides, en cambio, permanecen sólidos incluso cuando están cerca del Sol y no muestran una cola.

Además, la procedencia de estos cuerpos celestes difiere. Los asteroides tienden a formarse en regiones cercanas al Sol, típicamente entre Marte y Júpiter, mientras que los cometas se originan en áreas más distantes del Sistema Solar.

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