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Álvaro Pedrera, experto en jardinería: «Si tus plantas tienen las hojas marrones no es por falta de riego»

El cuidado de las plantas en interiores se convirtió en una práctica habitual. La observación de síntomas visibles en el follaje, como manchas, sequedad o pérdida de color, permite identificar alteraciones que afectan al desarrollo normal. Entre ellas, las hojas marrones destacan como una de las señales más frecuentes que aparecen en todo tipo de especies.

Aunque lo primero que suele asociarse es un déficit de riego, la explicación no es tan simple. De acuerdo con Álvaro Pedrera, las condiciones del aire, la iluminación y el propio sustrato pueden desempeñar un papel determinante en el origen de este problema. Reconocer las causas correctas es fundamental para aplicar soluciones efectivas.

La influencia de la humedad ambiental en las hojas marrones

Uno de los aspectos que más influye en la aparición de hojas marrones es la falta de humedad ambiental. Pedrera señala en su TikTok (@ypikue) que el aire seco, especialmente en invierno con el uso de calefacciones, afecta a la superficie foliar y genera sequedad en los bordes.

Este fenómeno provoca que el tejido vegetal se deteriore incluso si la planta recibe la cantidad de agua necesaria en sus raíces.

Cuando el ambiente no aporta la humedad adecuada, los síntomas se reflejan en las puntas secas, el enrollamiento de las hojas y un crecimiento más lento. En estos casos, la clave no está en regar más, sino en aumentar la humedad en el entorno donde se encuentra la planta.

En este mismo sentido, el especialista identifica ciertos signos claros que permiten diferenciar la falta de riego de un problema de humedad:

Cuando estas características se repiten, lo más probable es que el origen sea ambiental. Así, el exceso o defecto de agua queda descartado como factor principal.

Cómo aumentar la humedad de nuestras plantas sin complicaciones

Para evitar que aparezcan hojas marrones por sequedad, Pedrera propone métodos prácticos para elevar la humedad en interiores:

Estas acciones previenen el deterioro foliar y permiten mantener un ambiente más equilibrado para el desarrollo de las plantas.

Otras causas de las hojas marrones

Aunque la humedad desempeña un papel clave, no es la única causa posible de las hojas marrones. El riego inadecuado también influye. Un exceso de agua puede pudrir las raíces y provocar la caída de hojas, mientras que un déficit extremo genera sequedad. El equilibrio resulta fundamental y depende de cada especie.

La luz es otro factor determinante. Una planta expuesta a radiación solar directa puede presentar manchas marrones semejantes a quemaduras. En contraste, la falta de iluminación genera hojas amarillentas que terminan secándose.

Asimismo, el exceso de fertilizante es capaz de dejar residuos de sales en el sustrato que dañan las raíces y provocan necrosis en el follaje.

Diagnóstico y soluciones prácticas

Frente a la presencia de hojas marrones, la primera medida recomendada es la observación cuidadosa:

En casos leves, basta con podar las hojas dañadas para que la planta concentre su energía en nuevas estructuras. Sin embargo, si la afectación es generalizada, conviene ajustar las condiciones de riego, luz y humedad.

Algunas hojas marrones son parte del proceso

Conviene recordar que algunas hojas marrones forman parte del ciclo normal de la planta. Con frecuencia, las hojas inferiores se secan y caen como consecuencia de su envejecimiento. En estos casos, no es un signo de alarma, sino un proceso natural.

Lo esencial es diferenciar este fenómeno de una situación prolongada que comprometa la vitalidad del ejemplar. Cuando las manchas marrones aparecen de forma irregular en hojas jóvenes o en exceso, se trata de un problema que requiere atención.