Ni jamón ni patatas fritas: el alimento que tienes que comer antes de beber alcohol, según la ciencia
Los eventos sociales suelen ir acompañados de alcohol, sobre todo en fechas festivas. Y, con ello aparece la resaca, que se caracteriza por un profundo malestar al día siguiente. A lo largo de los años, han circulado multitud de remedios caseros para encontrarse mejor, como tomar café o zumos depurativos nada más levantarse. Sin embargo, la ciencia ha encontrado un alimento que, gracias a su composición nutricional, protege el hígado y minimiza los síntomas de la resaca después de beber alcohol.
Se trata del queso, un alimento rico en proteínas, grasas saludables y carbohidratos complejos, tres elementos que, en conjunto, ralentizan la absorción del alcohol en el estómago. Cuando el alcohol entra de golpe en el torrente sanguíneo, al organismo le cuesta procesarlo. Pero si hay alimentos densos en el estómago, la absorción se vuelve más lenta y progresiva, lo que reduce los picos de concentración alcohólica en sangre. Esto no significa que se eliminen los efectos del alcohol, sino que el cuerpo tiene más tiempo para activar sus «mecanismos naturales de desintoxicación». El queso, además, contiene nutrientes que ayudan a mantener el equilibrio metabólico y favorecen la recuperación del organismo.
Come este alimento antes de beber alcohol
En septiembre de 2023, se publicó un estudio que analizó los efectos de un queso probiótico enriquecido con dos bacterias específicas. Los resultados fueron sorprendentes: este alimento logró acelerar el metabolismo del alcohol al estimular enzimas clave del hígado, como la alcohol deshidrogenasa y la aldehído deshidrogenasa.
El mismo trabajo también demostró que el consumo del queso probiótico activaba las vías metabólicas relacionadas con la reducción de grasa hepática y la disminución de la inflamación. Ambos efectos son importantes, ya que el consumo excesivo de alcohol está estrechamente ligado con la acumulación de grasa en el hígado (hígado graso alcohólico) y con procesos inflamatorios que, a largo plazo, pueden derivar en enfermedades más graves.
Ahora bien, el queso no «anula» los efectos tóxicos ni evita que se produzcan daños si el consumo de alcohol es excesivo. Lo que la ciencia apunta es que este alimento puede tener un papel protector al ralentizar la absorción del alcohol, aportar nutrientes que pierde el organismo con la ingesta de bebidas alcohólicas, favorecer el trabajo del hígado al estimular ciertas enzimas y reducir la inflamación y la acumulación de grasa hepática.
Efectos en el cuerpo
«El alcohol interfiere con las vías de comunicación del cerebro y puede afectar la forma en que el cerebro se ve y funciona. Estas interrupciones pueden cambiar el estado de ánimo y el comportamiento, y hacer que sea más difícil pensar con claridad y moverse con coordinación. Asimismo, beber demasiado puede debilitar su sistema inmune, haciendo que su cuerpo sea un objetivo mucho más fácil para la enfermedad. Los bebedores crónicos son más propensos a contraer enfermedades como la neumonía y la tuberculosis que las personas que no beben demasiado. Beber mucho en una sola ocasión disminuye la capacidad de su cuerpo para evitar las infecciones, incluso hasta 24 horas después de emborracharse», detalla el National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism (NIAAA).