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Las 5 serpientes más grandes de España: alcanzan hasta 2,5 metros

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

España alberga una gran diversidad de especies animales, y entre los reptiles más destacados se encuentran varias serpientes de gran tamaño. Aunque muchas personas sienten temor hacia estos reptiles, la mayoría de las serpientes que habitan en la Península Ibérica son inofensivas y cumplen un rol esencial en la cadena trófica, ya que controlan las poblaciones de pequeños mamíferos, aves, y otros animales.

Desde la imponente culebra bastarda hasta la culebra viperina, cada una de estas especies tiene características únicas que las hacen vitales para el equilibrio de los ecosistemas. Estas serpientes son inofensivas para el ser humano, y representan un papel clave para el mantenimiento del equilibrio ecológico, ya que controlan las poblaciones de roedores y otros pequeños animales, evitando que estos se conviertan en plagas.

1. Culebra bastarda (Malpolon monspessulanus)

La culebra bastarda ostenta el título de la serpiente más grande de España, llegando a medir hasta 2,5 metros de longitud. Esta especie pertenece a la familia Colubridae y es muy común en regiones del suroeste de Europa y el norte de África.

Su cuerpo presenta tonos que van del gris al verde, lo que le permite camuflarse con facilidad en su entorno natural. Los juveniles tienen un patrón de manchas oscuras que se va difuminando conforme crecen. Posee glándulas de veneno que le ayudan a inmovilizar a sus presas, aunque su mordedura rara vez supone un riesgo grave para las personas.

Es una serpiente diurna, lo que significa que es más activa durante el día, momento en el cual suele trepar arbustos y árboles con gran agilidad en busca de pequeños mamíferos y aves. Se distribuye ampliamente por toda la península ibérica, prefiriendo hábitats cálidos y secos como áreas de matorral y pastizales.

2. Culebra de escalera (Rhinechis scalaris)

La culebra de escalera, que puede alcanzar una longitud de hasta 1,6 metros, es muy fácil de reconocer por las dos líneas oscuras que recorren su espalda, semejantes a los peldaños de una escalera.

Los adultos presentan colores que van desde marrón claro hasta gris, con las mencionadas líneas negras distintivas. Los juveniles tienen un patrón más marcado y oscuro. No es venenosa y su mordedura no supone un riesgo para el ser humano.

Se alimenta principalmente de pequeños mamíferos, aunque también caza reptiles y aves. Prefiere áreas secas y soleadas, siendo muy común en zonas agrícolas y áreas de matorral. Está ampliamente distribuida por toda la Península Ibérica, llegando incluso al sur de Francia.

3. Culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis)

La culebra de herradura puede alcanzar hasta 1,8 metros de longitud. Su nombre proviene de la mancha en forma de herradura que presenta en la cabeza.

Tiene un cuerpo esbelto y una coloración que varía entre marrón claro y amarillento, con manchas oscuras en el dorso que la ayudan a camuflarse. Es ágil, rápida y no es venenosa, lo que la hace inofensiva para los humanos.

Es más activa durante el día, aunque en zonas muy cálidas puede mostrar actividad al anochecer. Suele trepar árboles y rocas con facilidad en busca de presas, como roedores y aves. Se encuentra principalmente en el sur de España y las islas Baleares, prefiriendo áreas rocosas.

4. Culebra lisa meridional (Coronella girondica)

Aunque la culebra lisa meridional no es tan grande como las anteriores, puede alcanzar hasta un metro de longitud, lo que la convierte en una de las especies más largas de España.
Características

Es de color marrón o grisáceo con manchas oscuras y presenta una cabeza pequeña y redondeada. Esta serpiente es nocturna y caza principalmente lagartijas y pequeños mamíferos.

Se encuentra distribuida por buena parte de la península ibérica, adaptándose a una variedad de hábitats, como bosques y áreas de matorral denso. También se la puede encontrar en campos de cultivo.

5. Culebra viperina (Natrix maura)

La culebra viperina, que alcanza hasta 1,3 metros de longitud, destaca por su parecido con las víboras, especialmente por el patrón de zigzag en su cuerpo. Sin embargo, a diferencia de las víboras, la culebra viperina no es venenosa.

Aunque imita el comportamiento de las víboras cuando se siente amenazada, aplanando su cabeza y silbando, no es venenosa. Su dieta se compone principalmente de peces y anfibios, ya que es una serpiente semiacuática.

Se encuentra comúnmente cerca de cuerpos de agua como ríos y lagos, y es una excelente nadadora. Es común en toda la Península Ibérica y algunas áreas del sur de Francia.

A pesar de su apariencia imponente, estas cinco especies de serpientes presentes en España son, en esencia, tranquilas y suelen mantenerse alejadas del contacto humano. La conservación de sus hábitats es crucial para asegurar su supervivencia, así como para promover el equilibrio y la salud de los ecosistemas naturales en España. Proteger estos entornos no solo beneficia a las serpientes, sino que también contribuye al bienestar de diversas especies que dependen de estos ecosistemas para su existencia.