Cultura

Reflexión sobre la cultura y la historia en la segunda jornada de la Seminci

Una introspección sobre el uso de la cultura, de la mano de los argentinos Gastón Duprat y Mariano Cohn en «Ciudadano ilustre», y una reflexión sobre los horrores en la II Guerra Mundial de la francesa Anne Fontaine en «Les innocentes» han recibido este domingo una buena acogida en la segunda jornada de la Seminci.

En la propuesta argentina, el ciudadano ilustre es un afamado escritor, Daniel Montovani, ese Nobel de Literatura que Argentina nunca tuvo, quien convencido de que ese reconocimiento significa el fin de su carrera regresa a su pueblo natal en busca de inspiración.

Esa es la historia de la que los directores Gastón Duprat y Mariano Cohn se han servido para criticar la industrialización de la cultura y que este domingo ha arrancado en su proyección a concurso en la Seminci carcajadas y reflexiones a la par.

Ha sido una de las tres películas proyectadas en la sección oficial de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), junto con «Les innocentes», de Anne Fontaine, y «Eshtebak», de Mohamed Diab.

Duprat y Cohn han buscado «caricaturizar» la personalidad argentina, cargada de «maldad» y presente en algunos ciudadanos de este pequeño pueblo que se atreven a cuestionar la obra y las intenciones de su afamado paisano, tal y como ha explicado el segundo de ellos en rueda de prensa.

«Parece un tema tabú que alguien se plantee si la cultura debe ser subvencionada o no», ha reflexionado al hilo Cohn, quien ha asegurado, al igual que el protagonista de la película, que «la cultura es lo suficientemente fuerte como para prevalecer sobre el resto de cosas».

Previamente a este «Ciudadano ilustre», el telón del Teatro Calderón se ha elevado para proyectar la película coproducida entre Francia y Polonia y dirigida por Anne Fontaine, «Les innocentes», una obra ambientada a finales de la Segunda Guerra Mundial en un convento benedictino de Varsovia, donde unas monjas de clausura sufrieron el horror de ser violadas por las tropas rusas.

Fontaine, a quien le llegó la fama en 2009 con su film «Coco, de la rebeldía a la leyenda de Chanel», parte esta vez de un cuaderno de bitácora de una enfermera francesa en el frente polaco para contarnos la historia de cómo esta mujer, encarnada por Lou de Laâge, se adentra en un mundo extremadamente reservado de la vida religiosa de un convento lleno de monjas embarazadas.

Basada en hechos reales, intenta «sacar a la luz historias que se han tratado de esconder en la historia reciente de la humanidad», ha señalado Fontaine, quien ha confesado haberse sentido «fatal» por tener que narrar la violación de monjas de clausura, un crimen, a su juicio, «doble» por tratarse de «religiosas consagradas a su fe».

La película, que se estrenará en España el próximo 23 de diciembre, no ha dejado indiferente a nadie, según su directora, con manifestaciones «muy conservadoras» desde la Iglesia polaca, aunque su única intención con esta propuesta ha sido «trastornar e incitar al público».