Cultura

La Falla del Ayuntamiento de Valencia arde sin público tres días antes de San José

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El coronavirus, que empezó suspendiendo las fallas de Valencia el pasado 10 de marzo, ha acabado, una semana después, haciendo prender fuego a la falla de la Plaza del Ayuntamiento sin público para no generar problemas de seguridad y tres días antes de la festividad de San José, más concretamente la noche del 19 de marzo, cuando oficialmente los monumentos desaparecen pasto de las llamas. Este en concreto habría sido el último de la ciudad en hacerlo en la tradicional ‘cremà’.

De madrugada, sin anuncio y sin más público que los efectivos de bomberos y policía, el fuego consumía parte de la falla municipal a excepción de la figura de la meditadora, con mascarilla incluida, que ha recibido el indulto por unos meses. Tampoco han ardido las escenas que se tenían que plantar repartidas por la plaza y que no habían sido plantadas.

«Este lunes pasará a la historia», señalaba la Junta Central Fallera (JCF), a la historia de la fiesta y a la memoria colectiva de los valencianos, que en esta ocasión no han podido contemplar cómo las llamas consumían la falla hasta convertirla en cenizas, con una ‘cremà’ a puerta cerrada en una plaza nunca tan vacía un 17 de marzo.

Bajo el título de de ‘Esto también pasará’, convertido en el lema de las Fallas 2020 como símbolo de que la pandemia será un mal recuerdo en un futuro próximo, la estructura ya ha quedado consumida en un acto «sin ostentación», como ya apuntaban los artistas de esta obra, con la técnica de vareta.

A raíz de la histórica decisión de aplazar las Fallas, con anterioridad solamente se había producido en tres ocasiones: por la Guerra de Cuba, la Civil y la negativa a pagar una tasa allá por 1886, se empezó a debatir qué hacer con los monumentos ya expuestos en la calle, entre ellos la de la Falla municipal, la de todos los valencianos, y con gran complejidad de montaje, que hacía prácticamente inviable su ‘desplantà’ para, llegado el caso, quemarla en julio, cuando se baraja que, pasada la emergencia sanitaria, se puedan retomar las fiestas josefinas.