Comunidad Valenciana
LAS OTRAS CONSECUENCIAS DE LA 'OKUPACIÓN'

Los ‘okupas’ se dejan la mochila escolar de una niña en la vivienda ‘okupada’ y llaman para recuperarla

Cada vivienda ‘okupada’ tiene una historia detrás. En la trastienda del relato de la ‘okupación’ en primera persona de la vivienda de Ana y sus hermanos en la localidad valenciana de Alginet hay una segunda parte, que ha dejado atónita a esta propietaria, que cuenta que los ‘okupas’ han hablado con un vecino y le han dejado su número de teléfono. El motivo es que entre los enseres que ellos llevaron al interior de esta vivienda se encuentra la mochila escolar de una niña. Según el relato de la propietaria de la casa, el mensaje que dejaron es que se pusiera en contacto con ellos para darles la mochila. La niña la necesita para ir al colegio.

Ana consiguió recuperar su vivienda porque su hermano pudo entrar, acompañado de la Policía Local, cuando los ‘okupas’ habían salido y la vivienda se encontraba vacía. Sin embargo, no logra evadirse del problema. La mujer y sus hermanos quisieron centrarse en cómo volver hacer de aquel domicilio el hogar en que habían vivido y que tantos recuerdos familiares albergó. Sin embargo, ella, según relata, se vio sorprendida por los sucesos posteriores: un vecino le transmitió el mensaje que habían dejado los ‘okupas’ después de marcharse. Entre los enseres que habían trasladado hasta la casa, se encontraba la mochila escolar de una niña. En esa mochila, y siempre según el relato de Ana, había contenido. Al parecer, libros. Lo sabe porque el mensaje que dejaron al vecino es que querían recuperar la mochila. Y, para ello, y siempre según la versión de Ana, pidieron a ese vecino, que Ana se pusiera en contacto con ellos.

La mujer no sabe qué hacer. Porque dice que a ella también le llama la atención la ausencia de objetos y prendas que guardaban ella y sus hermanos en esa casa. Ana dice que al recuperar se casa se encontró con cajones vacíos, Echa de menos también la cazadora de piel de uno de sus hermanos y relata que en la terraza encontró una bolsa en la que habían acumulado las mantas y sábanas de su propiedad. Agrega que su vecino le contó que los ‘okupas’ le relataron que ellos habían alquilado la casa. Y, este punto, la llena de indignación. Entre la sorpresa y la indignación se debate ahora. «Nosotros no somos ricos. Mi padre compró este terreno cuando era un erial. Ahora, tiene muchos recuerdos para la familia», dice, mientras vuelve a lamentar lo sucedido y reitera: «Han violado mi casa».