DANA

Los mensajes del jefe de AEMET en el CECOPI prueban que el Gobierno no avisó del desastre del Poyo

Los mensajes del jefe de AEMET muestran que la reunión se dirigió a tratar los peligros de un eventual colapso de Forata

DANA CECOPI Poyo Forata
Desguace de vehículos afectados por la DANA en un polígono de Catarroja. (EP)
Ignacio Martínez

Los mensajes remitidos por el jefe de Climatología en la Comunidad Valenciana de la Agencia Española de Meteorología (AEMET), José Ángel Núñez, en la reunión del CECOPI la tarde del 29 de octubre, el día de la DANA, evidencian que ni el Gobierno ni sus agencias avisaron de la crecida del barranco del Poyo. Su desbordamiento estuvo en el origen de la descomunal riada que ese día asoló 103 municipios de la provincia de Valencia, con el trágico balance de 224 víctimas mortales y tres desaparecidos. El tema central de la reunión, según se desprende de esos mensajes, fue el peligro de colapso de la presa de Forata.

José Ángel Núñez es uno de los responsables de las agencias dependientes del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, que ese 29 de octubre dirigía Teresa Ribera. La comparecencia de Núñez ante la comisión para la reconstrucción tras la DANA en el Ayuntamiento de Valencia fue vetada por el Gobierno después de que él se comprometiera a comparecer tras haber sido llamado por la citada comisión.

Los mensajes de este jefe de la AEMET evidencian también el patinazo de la propia agencia. A las 12:05 horas una técnico manifestaba a otra del 112 que «no vamos a marearos con más avisos». Y añadía: «Las precipitaciones máximas irán hacia el norte y, sobre todo, hacia el interior». No fue hasta las 19:41 cuando abogaba por «confinamientos masivos» ante el enorme episodio que se estaba desencadenando.

El jefe de Climatología de la AEMET en la Comunidad Valenciana envió varios mensajes a otros miembros de su agencia durante la reunión del CECOPI celebrada la tarde de aquel 29 de octubre. Y esos mensajes, que han sido publicados por el diario El País, revelan que en el transcurso de la reunión nadie habló sobre el peligro, primero, y la devastación, después, que podía causar el desbordamiento del barranco del Poyo. Aunque sí de la presa de Forata, de la que ya en un primer mensaje a las 17:26 horas advierte: «Situación crítica. Embalse de Forata casi desbordándose. Están pensando en evacuar, porque el desembalse va a ser muy rápido. Van a declarar escenario de emergencia 2 la Confederación Hidrográfica del Júcar».

En un mensaje posterior, a las 17:34 horas, advierte también que la emergencia ya es «hidrológica»: «Uff, que mal. Entra más agua de la que pueden aliviar. Hablan incluso de que no descartan rotura de presa. Aunque es poco probable», sostiene el técnico en una nueva alusión a Forata.

Más tarde, a las 17:49 horas, Núñez remite un nuevo mensaje, en el que otra vez hace referencia a Forata: «He vuelto a hablar, compartiendo la pantalla con las imágenes del radar. Porque hablan de desembalsar y alguien, no sé quién, ha dicho que era desembalsar sobre zona ya inundada».

A las 18:00 horas se suspendió la reunión. Y, en ese receso, el técnico continuó enviando mensajes. Pero en ellos no hay ni una sola mención directa a la situación del Poyo, que a esas horas ya experimentaba una crecida muy considerable.

A las 18:22 horas, el técnico informa a sus compañeros que «hay gente en los tejados en una urbanización de Utiel» y que «sigue lloviendo torrencial ahora aguas abajo, en la zona oeste de la ciudad de Valencia. La situación hidrológica está muy mal. Hay una urbanización de Utiel con gente en los tejados a la que no pueden acceder los equipos de emergencia».

A las 18:40 horas, en un nuevo mensaje, esta vez referido expresamente a la cancelación del AVE, tampoco se habla del Poyo: «Me preguntan por la cancelación del AVE, he dicho que no lo duden». Y agrega: «Me han preguntado que la delegada del Gobierno está pensando en cancelar la lía de AVE. Le he dicho que no lo dude. Que está lloviendo torrencial en la zona de paso. Que sólo faltaría una desgracia en trenes. Que cuando deje de llover que ya vuelvan».

La reunión se reanuda. Y, a las 19:12 horas, Núñez transmite a sus compañeros que «van a enviar un mensaje masivo a móviles de las zonas afectadas. Mensaje: que estén conectados y atentos, que se está pensando en evacuar». Y también informa que se está pensando en confinar la población. Esto es, que no salgan de sus viviendas. 

A las 19:23 horas transmite que se está hablando de desalojar dos localidades: Montroi y Real «en escenario de dentro de dos horas». Y, cinco minutos después, informa de que «el Júcar está subiendo mucho de caudal. Realmente es que yo creo que no saben ahora mismo ni cómo está la situación. Orden de confinamiento».

Núñez apunta también en su siguiente mensaje: «Orden de confinamiento y prohibición de circulación. Toda la provincia de Valencia confinada. Prohibición de circulación». Luego, hay dos mensajes. Pero tampoco en ellos hay una sola mención a la situación del Poyo.

De todo ello, y dada la meticulosidad de los mensajes transmitidos por Núñez, se desprende que ni la Confederación del Júcar ni la delegada del Gobierno mencionaron la situación del Poyo en esa reunión. Es más, como se ha dicho, los mensajes van dirigidos a una eventual rotura de la presa de Forata. Y evidencia también que el CECOPI actuó en consonancia con la información que recibía de las agencias estatales.

Lo último en España

Últimas noticias