Comunidad Valenciana
TESTIMONIO DE LAS VÍCTIMAS DE LA DANA

Las lágrimas de Román a sus 75 años: «He visto sacar 8 muertos al lado de mi casa»

El lamento de Román después de que la DANA haya asolado Paiporta: "Lo he perdido todo"

  • M. MENSAT / I. MARTÍNEZ
  • VALENCIA

El estremecimiento hizo presa del cuerpo de Román a sus 75 años, cuando una enorme ola de dos metros de altura, como la punta de un tsunami, entró a la planta baja de su casa en la localidad valenciana de Paiporta este martes, en pleno azote de la DANA. Como un resorte, Román se dirigió a la segunda planta de su vivienda. Y esa reacción salvó su vida. Sólo 48 horas después, Román contempla sentado con ojos llorosos el paisaje apocalíptico dejado por esa DANA. En ese paisaje, vecinos con los que él hablaba a diario ya no están. Se los llevó el temporal. «He visto sacar a ocho muertos de aquí al lado», lamenta.

La de Paiporta es la imagen de un campo tras la batalla. Plantas bajas destruidas, comercios asolados y vandalizados, personas que se van de un paisaje desolador con una bolsa, como las del súper, bajo el brazo. En ella han guardado todas las pertenencias que les quedan.

Román contempla ese frenético ir y venir de gentes que tienen que viajar varios kilómetros para lograr dos alimentos básicos: pan y agua. Y que recurren al camión de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para garantizar su sustento diario.

Román está sentado a la puerta de su casa en una de las pocas sillas que queda entera. Su familia retira los muebles que guardan la historia de toda su vida y que ya jamás podrá volver a utilizar.»A mí me pilló la DANA de golpe y porrazo», confiesa. «Estaba aquí», afirma mientras señala con su mano izquierda el interior de la planta baja de su vivienda de dos alturas. «Cuando entró el agua» en la casa, «me subí corriendo», relata.

Aquella ola interminable, maldita, arrasó con lo que encontró: «Lo he perdido todo. ¡Todo!», exclama Román, que mira con mucho escepticismo su futuro. «El que pueda, se meterá en el primer piso. Y el que no, mira, se queda por ahí», relata mientras recuerda: «En 75 años que llevo viviendo en este pueblo nunca había visto algo así. Jamás había visto sobresalir el agua del puente. En mi vida».

De hecho, la DANA se ha cobrado ocho vidas justo en la acera de enfrente a la que Román se encuentra sentado: «Ahí, ocho» personas han fallecido, explica señalando el lugar. «Y aquí cerca», en un comercio regentado por chinos, «una chica de 18 años. A esa chica la veía todos los días. Y a los de aquí enfrente también los conocía, claro».

Román confiesa sentir ahora «mucha impotencia. Mucha. Nadie se puede imaginar lo que es: dos metros de agua en la calle, y en mi casa llegó ese agua hasta dos metros y medio de altura».

Pasada la DANA, Román agradece «mucho» la colaboración y la ayuda que se le ha brindado: «Tengo 75 años y no me puedo mover. Agradezco mucho la ayuda que me están brindando».