Comunidad Valenciana
INFRAESTRUCTURAS

El Gobierno no ve «urgente» reparar la balsa esencial del Júcar Vinalopó tras 12 años con filtraciones

El Gobierno sostiene en una respuesta parlamentaria que la "la puesta en servicio" de la balsa "no se considera urgente"

El Gobierno de España no considera ahora «urgente» reparar la balsa esencial para el funcionamiento del trasvase Júcar-Vinalopó, la de San Diego. Una macrosuperficie que pierde agua de hace 12 años. La no urgencia de la reparación se desprende de la respuesta parlamentaria del Ejecutivo de Sánchez al diputado nacional del PP Joaquín Melgarejo. Este último, el mayor experto en trasvases y transferencias de agua de la provincia de Alicante y uno de los principales de España.

En el caso de la provincia de Alicante llueve sobre mojado con el tema de los trasvases. Primero, porque el Gobierno de Sánchez ha ejecutado un total de 26 recortes al trasvase Tajo-Segura, el de referencia en el sur de la provincia. Y, segundo, porque entre otras cuestiones el Júcar-Vinalopó es la infraestructura que venía a paliar el problema de la sobreexplotación de los acuíferos de las comarcas del Vinalopó. Es decir, desde Villena hasta Elche.

Pero, además, en términos de infraestructuras se suma a otras cuestiones que aquí se consideran agravios, como los retrasos del Corredor Mediterráneo, la segunda pista del aeropuerto Miguel Hernández Alicante-Elche, los citados recortes en el trasvase Tajo-Segura y un largo etcétera.

La respuesta del Gobierno resulta tanto más significativa por cuanto hace tres años, en 2021 ese mismo Ejecutivo anunció, a través de otra respuesta parlamentaria, que lo repararía. El de San Diego es el segundo embalse más grande de Europa, con una capacidad de 20,7 hectómetros cúbicos. Y no resultó barato: su coste ascendió a 40 millones de euros. El problema es que desde su finalización en 2012 se comprobó que tenía fugas. Y esas fugas son las que lo mantienen inutilizado.

En concreto, la pregunta del diputado del PP Joaquín Melgarejo al Gobierno fue realizada a inicios de este año. Y lo que consultaba era el Ejecutivo de Sánchez tenía prevista alguna inversión o destinar alguna partida presupuestaria en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de este 2024 para la reparación de esa balsa.

Y, la respuesta del Gobierno, de poco después, fue su puesta en servicio «no es urgente»: «La balsa de San Diego se diseñó para un volumen anual de agua transferida de 80 hm3/año. El volumen de agua anual a gestionar en los diez años de vigencia de la adenda recientemente firmada no requiere necesariamente la reparación de esta balsa, razón por la que la puesta en servicio de ésta no se considera urgente».

Añadía el Ejecutivo que «en cualquier caso, Aguas de las Cuencas Mediterráneas, S.M.E. S.A. (Acuamed) continúa avanzando con la tramitación de su reparación y actualmente el proyecto se encuentra en fase de supervisión».