Importante aviso de los científicos: un estudio dice que los casquetes polares son «una anomalía histórica»
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Un reciente estudio de la Universidad de Leeds sostiene que las condiciones frías que permitieron la existencia de los casquetes de hielo polares fueron eventos excepcionales en la historia de la Tierra. La investigación, publicada en la revista Science Advances, indica que la presencia de estas formaciones se debe a una combinación fortuita de factores geológicos y climáticos.
Este estudio sugiere algo bastante curioso: que la tendencia natural del planeta fue hacia un clima cálido, sin hielo permanente en los polos. A través de modelos tridimensionales, los científicos estudiaron los procesos que influyeron en estos periodos glaciales, concluyendo que su aparición responde a circunstancias poco comunes.
¿Por qué afirman los científicos que los casquetes de hielo polares son «una anomalía histórica»?
Desde su origen hace 4.500 millones de años, la Tierra pasó la mayor parte de su historia en un estado de invernadero, con temperaturas elevadas y sin casquetes de hielo polares permanentes. La comunidad científica exploró desde entonces diversas hipótesis para explicar las raras fases glaciales que ha experimentado el planeta, tales como:
- Reducción de CO2 volcánico: disminución de la emisión de dióxido de carbono por parte de los volcanes.
- Captura de carbono por vegetación: expansión de los bosques que absorben CO2.
- Reacciones químicas con minerales: procesos que eliminan CO2 de la atmósfera al reaccionar con ciertos tipos de rocas.
A pesar de estas teorías, ninguna explicación aislada había logrado justificar completamente la aparición de eras glaciares.
¿Cómo hacen los científicos para entender la glaciación?
Para abordar esta cuestión, investigadores de la Universidad de Leeds han desarrollado un modelo tridimensional de evolución terrestre. Este sistema permite analizar simultáneamente la interacción de diversos factores climáticos y geológicos, lo que ha sido clave para comprender la ocurrencia de estos periodos fríos.
Los resultados obtenidos revelan que ningún mecanismo individual es suficiente para inducir una era glacial. En cambio, es la coincidencia de varios procesos lo que ha permitido la aparición de estas fases excepcionales. Entre los factores identificados destacan:
- Baja actividad volcánica global, reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero.
- Distribución geográfica de los continentes, favoreciendo la aparición de cadenas montañosas que capturan carbono.
- Condiciones atmosféricas propicias, con precipitaciones que facilitan la eliminación de CO2.
Se cree así que estos elementos han actuado de forma conjunta en momentos puntuales de la historia terrestre, permitiendo la formación de los casquetes de hielo polares.
Los casquetes de hielo polares son eventos efímeros
El estudio plantea que la tendencia climática predominante en la historia del planeta fue la de un mundo cálido, con niveles elevados de CO2 y sin hielo permanente en los polos. Según el Dr. Andrew Merdith, autor principal de la investigación, los resultados explican por qué los estados glaciales han sido eventos poco frecuentes.
El concepto de casquete de hielo polar se refiere a una región de latitudes altas cubierta de hielo. En la Tierra, estos casquetes están compuestos principalmente de agua congelada, mientras que en otros planetas, como Marte, pueden incluir dióxido de carbono sólido.
Estas formaciones han cambiado drásticamente en los últimos 12.000 años, con variaciones estacionales y tendencias de largo plazo influenciadas por cambios climáticos.
¿Cómo evolucionaron los casquetes?
El deshielo polar fue un fenómeno cada vez más estudiado en las últimas décadas. Datos del Centro Nacional de Datos sobre Hielo y Nieve (NSIDC) muestran que desde 1979, la extensión del hielo del Ártico en invierno ha disminuido aproximadamente un 4,2% por década.
En 2012, la capa de hielo marino alcanzó su mínimo histórico, con una superficie 700.000 km² menor a la registrada en 2007.
Por otro lado, el Polo Sur presenta una situación diferente. La capa de hielo antártica cubre aproximadamente 14,6 millones de km² y contiene entre el 25% y 30% del agua dulce del planeta. A pesar de una leve tendencia al crecimiento en algunas décadas recientes, su estabilidad a largo plazo sigue siendo incierta.
¿Qué ocurrirá en el futuro con los casquetes de hielo polares?
Las variaciones en la extensión del hielo polar han despertado un creciente interés en la comunidad científica. La NASA estima que el Ártico ha perdido un promedio de 20.800 millas cuadradas (53.900 km²) de hielo marino por año desde finales de la década de 1970, mientras que la Antártida ha registrado un leve aumento de 7.300 millas cuadradas (18.900 km²) anuales.
Sin embargo, el deshielo de Groenlandia sigue siendo un factor clave en la contribución al aumento del nivel del mar.
Si la tendencia histórica del planeta es la de un clima cálido, la actual presencia de hielo en los polos podría ser una situación transitoria dentro del marco geológico.