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Hallazgo histórico: la NASA descubre una enigmática estructura espiral oculta en los límites del Sistema Solar

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La nube de Oort. Imagen: Nesvorný et al.
  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Hablar del espacio siempre genera emoción. Los descubrimientos sobre meteoritos, planetas, estrellas, galaxias e incluso los viajes espaciales de multimillonarios como Jeff Bezos capturan la imaginación del mundo. Pero hay un enigma que sigue intrigando a los astrónomos día tras día: la nube de Oort.

La nube de Oort es una inmensa esfera de objetos helados que rodea el Sistema Solar. Se cree que es el origen de muchos cometas de largo período, pero su estructura sigue siendo un misterio. Su lejanía, en los límites del Sistema Solar, impide su observación directa, incluso con los telescopios más avanzados.

Sin embargo, un nuevo estudio basado en simulaciones con el superordenador Pleiades de la NASA sugiere que esta región podría ser mucho más organizada de lo que se pensaba. Los modelos revelaron una estructura en espiral dentro de la Nube de Oort, algo que hasta ahora nadie había imaginado ni en peliculas.

Este descubrimiento plantea preguntas fundamentales sobre la evolución del Sistema Solar y su relación con la galaxia. Si la simulación es correcta, la nube de Oort no es sólo una acumulación caótica de escombros helados, sino una formación modelada por fuerzas gravitacionales externas.

¿Es la nube de Oort una mini galaxia dentro del Sistema Solar?

Hasta ahora, se pensaba que la nube de Oort tenía una estructura esférica, extendiéndose desde aproximadamente 2.000 hasta 100.000 unidades astronómicas (AU) del Sol.

Para ponerlo en perspectiva, una AU equivale a la distancia media entre la Tierra y el Sol, es decir, unos 150 millones de kilómetros. En este vasto territorio, los cuerpos helados se mueven lentamente, demasiado tenues para ser detectados con la tecnología actual.

Sin embargo, las nuevas simulaciones indican que la parte interna de la nube de Oort, situada entre 1.000 y 10.000 AU, podría tener una estructura en forma de disco con brazos espirales, similar a una versión en miniatura de la Vía Láctea.

Según los investigadores, esta forma se debe a la «marea galáctica», el efecto gravitacional ejercido por la galaxia sobre los objetos más alejados del Sistema Solar. Estas fuerzas habrían modelado la nube a lo largo de miles de millones de años, dando lugar a un patrón ordenado en lugar de una distribución aleatoria de cuerpos.

El astrónomo David Nesvorný, del Southwest Research Institute y autor principal del estudio, explicó que esta espiral no es un fenómeno transitorio. Se habría formado en los primeros cientos de millones de años del Sistema Solar y ha permanecido estable hasta hoy. Lo más sorprendente es que incluso cuando otras estrellas han pasado cerca del Sistema Solar a lo largo de su historia, la estructura se ha mantenido intacta.

¿Qué significa el hallazgo de la nube de Oort para la astronomía?

Observar directamente esta espiral será extremadamente difícil. La única evidencia de su existencia proviene de los cometas de largo período, que de vez en cuando son empujados hacia el interior del Sistema Solar.

Para confirmar esta estructura, los científicos tendrían que seguir el movimiento de estos objetos con una precisión sin precedentes o desarrollar tecnología capaz de detectar la luz reflejada por ellos. Por ahora, ninguna misión espacial está diseñada para este propósito.

A pesar de estos obstáculos, este descubrimiento es muy significativo. Si la nube de Oort realmente tiene brazos espirales, esto cambiaría la forma en que entendemos la evolución del Sistema Solar.

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