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Hallan 6 descendientes vivos de Da Vinci y su ADN podría resolver el misterio de su tumba

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Leonardo Da Vinci, uno de los genios más polifacéticos del Renacimiento italiano, murió el 2 de mayo de 1519 a los 67 años. Desde entonces, su figura ha estado rodeada de incógnitas, entre ellas la autenticidad de su tumba, situada en la capilla de Saint-Hubert del castillo de Amboise, en Francia. Hasta la fecha, no ha podido confirmarse de manera definitiva que los restos que allí reposan sean realmente los suyos. En este contexto surge el «Proyecto ADN Leonardo da Vinci», una investigación multidisciplinar que busca respuestas y cuya clave podría estar en los descendientes vivos del linaje Da Vinci.

El artista no tuvo descendencia directa, lo que obligó a los investigadores a centrarse en sus familiares colaterales. Gracias a la consulta de documentos notariales, archivos judiciales y registros parroquiales, los genealogistas lograron retroceder hasta el año 1331. Finalmente, lograron identificar a más de 400 individuos a lo largo de 21 generaciones, de los cuales surgieron 15 descendientes vivos, aunque sólo seis aceptaron someterse a pruebas genéticas.

Los descendientes vivos de Leonardo da Vinci

Para comprobar la validez de los vínculos familiares, el equipo de genética forense analizó muestras de ADN, prestando especial atención en el cromosoma Y, que se transmite casi intacto de generación en generación por la línea masculina. «Si el cromosoma Y hallado en los restos antiguos coincide con el de los descendientes actuales, se confirmarían tanto los registros de paternidad como la fiabilidad de los documentos históricos», explica David Caramelli, director del Departamento de Biología de la Universidad de Florencia.

El siguiente paso consistió en contrastar esas muestras con restos óseos antiguos hallados en tumbas familiares de la Toscana, donde reposan el abuelo de Leonardo y algunos de sus medio hermanos. Todo este trabajo tenía como propósito llegar con una base científica sólida a la tumba de Amboisse. Si el ADN de los restos atribuidos a Leonardo Da Vinci coincide con el cromosoma Y de sus descendientes vivos, se podrá confirmar si el genio renacentista descansa realmente en ese castillo francés.

Todos estos hallazgos se han recogico en el libro «Genìa da Vinci. Genealogía y genética para el ADN de Leonardo». En palabras de Alessandro Vezzosi, uno de sus autores, «nuestro objetivo al reconstruir el linaje de la familia Da Vinci hasta nuestros días, preservando y valorando también los lugares vinculados a Leonardo, es posibilitar la investigación científica sobre su ADN. A través de la recuperación del ADN de Leonardo, esperamos comprender las raíces biológicas de su extraordinaria agudeza visual, su creatividad y, posiblemente, incluso aspectos de su salud y las causas de su muerte».

Pese a la magnitud del proyecto, algunos expertos que «la afirmación de haber identificado a seis descendientes de da Vinci hay que tomarla con cierta cautela». De momento, nunca se ha identificado ADN confirmado de Leonardo da Vinci, de manera que las comparaciones con los descendientes son una hipótesis. Además, el genio italiano nunca se casó ni se sabe que tuviera hijos, por lo que las conexiones genéticas sólo se pueden rastrearse a través de familiares colaterales.

El misterioso boceto del artista italiano

Por otro lado, se ha hallado un dibujo realizado «con carbón sobre la campana de una chimenea de los siglos XIV-XV, que está a punto de ser restaurado», en Vinci, ciudad natal de Leonardo da Vinci. El boceto se encuentra en un edificio municipal cercano al Castello dei Conti Guidi, sede del Museo Leonardino y representa «un dragón alado con un unicornio en la cabeza, sosteniendo un escudo de armas, el mismo tallado en el arquitrabe de piedra».

El boceto muestra características propias de la iconografía conocida como pistrice, un animal mitológico similar al unicornio, caracterizado por el cuerno de narval. Los expertos señalan que «demuestra conocimiento de obras como el Marzocco de Donatello, Los dragones de Paolo Uccello y Las hidras de Pollaiolo», aunque también presenta «características extremadamente originales», como la capacidad de hibridar animales fantásticos y reales al estilo leonardiano.

Uno de los argumentos para atribuir el boceto a Leonardo es la relación con la familia Bracci: «Una de las razones por las que se cree que Leonardo estaría detrás del dibujo es que la casa donde se encuentra la campana sería de la familia Bracci, a la que la amistad unió con la familia de Leonardo da Vinci durante muchos años». Se sabe que “en 1478 Leonardo estuvo en el Castillo de los Condes Guidi por un asunto familiar relacionado con el molino municipal, resaltado en sus manuscritos y que «diseñó un complejo plan hidráulico para Vinci a principios del siglo XVI».

El alcalde de Vinci, Daniele Vanni, destacó que «las nuevas investigaciones y nuevos conocimientos demuestran que nuestra ciudad no fue sólo la cuna y el lugar donde creció el Genio Universal. Ahora es seguro que la relación entre Leonardo y Vinci continuó en la edad adulta. Esta certeza ha dado lugar a nuevos estudios que han permitido identificar el dibujo al carbón como una obra prometedora y que podría atribuirse a Leonardo».