Comer normal y engordar, ¿por qué sucede?
¿Se puede comer normal y engordar? ¿Qué hay que hacer para evitarlo? Aquí te ofrecemos algunos consejos interesantes de nutrición.
Engordar de forma sana
No engordar con los hidratos de carbono
Dietas que engordan
¿Es posible eso, comer normal y engordar? ¿Por qué sucede? Se evitan las grasas, las comidas chatarra, el alcohol, se hace ejercicio de vez en cuando… y nada, la balanza no se inclina donde debiera. Primero, deberíamos analizar qué es lo que se considera “normal” en una dieta cotidiana y si en verdad no se están cometiendo errores en la alimentación, la forma de cocinar los alimentos o en la elección de aquello que se come.
Ante todo, es conveniente entender el comportamiento del organismo. Cuando se le da poca comida al cuerpo, este lo interpreta como una situación extrema en la que hay que guardar todas las reservas posibles para mantener las fuerzas. Esto se traduce en más grasa que el cuerpo no quemará.
Y comer poco enlentece el metabolismo, por lo que cuesta más adelgazar. Ahora bien, si se consumen alimentos sanos, tal y como se recomienda, ¿por qué los kilos no ceden, o aumentan?
Qué errores se cometen comiendo normal
Pongamos un ejemplo: comer frutos secos es siempre muy recomendable. Son saludables, fuente de proteínas, calcio y potasio, antioxidantes y grasas mono y poliinsaturadas. Sin embargo, y teniendo en cuenta su alto aporte calórico, pasarse con ellos hará que no perdamos grasa, al contrario, la ganaremos, y sin darnos apenas cuenta. Por ello, comer un puñado al día es más que suficiente.
Igual sucede con el aceite de oliva: no puede faltar en las mesas españolas, y lo usamos indiscriminadamente casi que para todo. Pero hay que tener en cuenta que una cucharada corresponde a 100 calorías.
Y si, como la OMS recomienda, la ingesta diaria calórica de un varón adulto promedio va de 2.000 a 2.500 kilocalorías, y para la mujer, de 1.500 a 2.000, y si lo que se desea es perder peso, entonces no es tan “normal” ponerle a todo aceite de oliva.
Otra cosa que hacemos “normalmente” es el sofrito casero, esencial e insustituible para dar sabor a los platos… ¿en serio? El sofrito por lo general contiene mucho aceite, y las calorías se disparan, sobre todo si añadimos un “pelín” de alguna muy saludable carne porcina. ¿La solución? Optar por métodos de cocción como en papillote, al horno y al vapor.
Otros errores que no se ven
Para muchos, comer normal también significa poner menos azúcar. Pero a veces no se dan cuenta que los yogures, por ejemplo, pueden tener hasta 20 gramos de azúcar, que las galletas “sanas” contienen, a pesar de todo, muchas calorías, y que en realidad la mayonesa light también engorda.
Ya ves por qué una comida “normal” puede engordar. Si cambias el concepto, verás que lo que debes hacer para rebajar esos kilos de más es tener una alimentación balanceada, preparada sin exceso de grasa, comer verduras, hortalizas y frutas frescas y de temporada y preferir formas de cocción como el vapor, el horno y la plancha.
Temas:
- Nutrición
Lo último en Ciencia
-
El terror de los mares prehistóricos tenía mandíbulas que trituraban huesos y era del tamaño de un autobús
-
Paso de gigante en la biología molecular: los científicos han ‘visto’ por primera vez átomos de oxígeno en el agua
-
Un estudio pionero analiza cuándo comenzaron a besarse los humanos: sitúan el origen hace 21 millones de años
-
Las fases de la Luna en enero de 2026: calendario completo y mejores días para observar
-
La ciencia lo confirma: nacer en uno de estos tres meses podría estar ligado a una mayor capacidad intelectual
Últimas noticias
-
Los veterinarios mandan un aviso importante a las personas que viven con gatos y niños en casa
-
La bochornosa canción de un concejal socialista de Martos: «Las niñas bonitas me la quieren mamar»
-
Los biólogos no dan crédito: una cigüeña se come 150 gomas y sus restos terminaron en Doñana
-
Pep Guardiola se vuelve a encarar con un cámara de televisión: gestos de cabreo y mirada amenazante
-
Carolina Marín deja las redes sociales tras «colapsar» por las críticas: «No estoy en mi mejor momento»