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La ciencia explica por qué tu teléfono no funciona dentro del ascensor: te puede salvar la vida

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Imagina que te encuentras en un ascensor, y de repente, decides hacer una llamada. Pero, al intentar marcar, te das cuenta de que no hay señal. ¿Por qué ocurre esto? La respuesta no sólo es fascinante desde un punto de vista científico, sino que también puede tener implicaciones importantes para tu seguridad.

En este artículo te contamos el misterio detrás de este fenómeno que, aunque frustrante, puede incluso ser crucial en situaciones críticas.

¿Por qué los ascensores bloquean la señal del teléfono?

Los ascensores están construidos con materiales metálicos que actúan como lo que se conoce en física como una jaula de Faraday. Esta estructura metálica bloquea las ondas electromagnéticas, incluyendo las señales de los teléfonos móviles. Cuando intentas hacer una llamada en un ascensor, las paredes metálicas interfieren con la transmisión de esas ondas, impidiendo que las señales entren o salgan.

Esta no es sólo una curiosidad de los ascensores. Otros entornos, como aviones y vehículos, también presentan efectos similares. En un automóvil, por ejemplo, el chasis metálico puede limitar la recepción de señales, aunque las ondas electromagnéticas pueden aún entrar a través de las ventanas. Los aviones, en cambio, utilizan esta propiedad para proteger tanto a los pasajeros como a la electrónica del aparato durante tormentas, donde los rayos pueden ser una amenaza real.

¿Qué es exactamente la jaula de Faraday? La razón por la que no tienes señal en un ascensor

La jaula de Faraday, nombrada así en honor al físico británico Michael Faraday, es un dispositivo diseñado para bloquear campos eléctricos y ondas electromagnéticas. Este invento se basa en el principio de que un conductor, al ser expuesto a un campo eléctrico, redistribuye sus cargas de tal manera que anula el campo en su interior. Esto significa que cualquier objeto ubicado dentro de la jaula no estará expuesto a interferencias externas.

Faraday demostró este principio en 1836 al cubrir las paredes de una habitación con láminas de metal. Al aplicar electricidad desde el exterior, comprobó que no había ningún efecto en el interior, confirmando así que las cargas se redistribuyen para neutralizar el campo eléctrico.

La jaula de Faraday no se limita simplemente a los transportes. Su aplicación en los hornos microondas asegura que las microondas no se escapen al exterior, protegiendo a las personas de posibles daños. Además, en el ámbito de la ciberseguridad, se utilizan dispositivos que bloquean señales móviles para proteger reuniones privadas de posibles intervenciones no deseadas.

Perder la señal en un ascensor puede ser frustrante, pero a veces esto puede ayudar a evitar el mal uso de la tecnología en situaciones delicadas. Así que, la próxima vez que no puedas hacer una llamada en un ascensor, piensa que esto es un recordatorio de cómo la ciencia afecta nuestras vidas, incluso en los momentos más inesperados.