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¿Adiós al envejecimiento? Los científicos descubren una proteína capaz de rejuvenecer células

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Mujer envejecida. Imagen: Ilustración propia.
  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Envejecer es el destino natural de todos. Sin embargo, la búsqueda de la juventud eterna ha fascinado a la humanidad durante siglos. En películas, mitos y cremas milagrosas, la obsesión por borrar arrugas y recuperar la apariencia de los veinte años ha sido constante. Y aunque parezca ciencia ficción, un descubrimiento reciente podría hacer que la posibilidad de mantenerse joven deje de ser sólo un sueño.

Un equipo de científicos de la Universidad de Osaka, en Japón, ha descubierto que la proteína AP2A1 puede revertir el envejecimiento celular. Suprimirla rejuvenece células envejecidas, mientras que su sobreexpresión acelera el envejecimiento en células jóvenes. En este artículo te contamos qué implica este hallazgo.

La clave del envejecimiento está en las células

El envejecimiento es un proceso biológico inevitable. Con el tiempo, las células dejan de dividirse y entran en un estado llamado senescencia. En esta fase, no sólo pierden su capacidad de regeneración, sino que se agrandan y desarrollan estructuras conocidas como fibras de estrés.

Durante años, los científicos se han preguntado por qué las células envejecidas mantienen este tamaño tan grande, y la respuesta podría estar en la AP2A1. El estudio AP2A1 modulates cell states between senescence and rejuvenation, publicado en la revista Cellular Signalling por Pirawan Chantachotikul, reveló que esta proteína es abundante en las células senescentes y parece jugar un papel clave en la organización de las fibras de estrés, lo que permite que estas células mantengan su estructura.

Lo que sorprende de este descubrimiento es el impacto directo de la AP2A1 en el envejecimiento celular. Los investigadores lograron modificar su expresión en células humanas y observaron cambios drásticos.

Al reducir la cantidad de AP2A1 en células envejecidas, estas mostraron signos de rejuvenecimiento. Por el contrario, cuando se aumentó su presencia en células jóvenes, estas envejecieron antes de tiempo.

El efecto del envejecimiento en la salud

No obstante, el hallazgo de la AP2A1 va más allá del ámbito de la cosmética. La acumulación de células senescentes está directamente relacionada con enfermedades asociadas a la edad, como la osteoporosis, problemas cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.

Los investigadores descubrieron que la AP2A1 interactúa con la proteína integrina β1, la cual juega un papel fundamental en la adhesión celular y en la estructura del colágeno. Esta conexión explicaría por qué las células envejecidas se agrandan y modifican su estructura, afectando el funcionamiento de los tejidos.

Esto es sumamente relevante, ya que, si se logra controlar la expresión de AP2A1 de manera segura en seres humanos, podría prevenirse y tratarse enfermedades relacionadas con el envejecimiento.

¿El futuro del envejecimiento está por cambiar?

Por otro lado, aunque este hallazgo es prometedor, aún queda mucho por investigar antes de que se pueda aplicar en terapias clínicas. Los experimentos han demostrado que inhibir la AP2A1 revierte el envejecimiento celular en laboratorio, pero falta entender cómo este proceso funcionaría en organismos completos y si tendría efectos secundarios.

En el futuro, podría ser posible desarrollar tratamientos que no sólo alarguen la vida, sino que mejoren su calidad, previniendo enfermedades antes de que aparezcan.

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