Un teatro de Barcelona financiado por el Gobierno adoctrina a los niños de 7 años sobre Franco
El Teatro Lliure, de Barcelona, aborda el franquismo en un espectáculo familiar, Frank, actualmente en cartel. Se trata de una temática sin duda poco común por el público al que está dirigida: niños de siete años. En la producción se recorre la vida del dictador Francisco Franco y sus autores afirman que se trata de «un ejercicio de memoria y reflexión sobre las dinámicas dictatoriales, que parte del libro ilustrado de Ximo Abadía Frank, La increíble historia de una dictadura olvidada». El teatro pide la asistencia del público infantil asegurando que la obra es «un juego escénico para niños sobre el poder y la historia» y plantea «un ejercicio de memoria y de reflexión: ¿hasta dónde se extienden, en nuestra sociedad, las dinámicas dictatoriales?».
Este teatro que ha organizado esta particular obra teatral está sufragado por el Ayuntameinto de Barcelona, el Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña, el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM), del Ministerio de Cultura, y la Diputación de Barcelona. Además, cuenta con la colaboración del proyecto de Barcelona cocapital española de la Cultura y Científica, aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez en noviembre. Llama la atención que el Gobierno de Ada Colau promociona la obra en su página web.
«Retomamos la historia del dictador Francisco Franco contada a los niños. ¿Cómo es vivir en una dictadura de cuadrados, donde los triángulos y los círculos sufren la carencia de libertad?», esgrimen como premisa de la obra de teatro.
Para tratar de hacer entender la dictadura a los más pequeños, el Teatro Lliure usa tres cabezudos que representan a Francisco Franco. Se explica que «en una dictadura de cuadrados, erigida pisando la libertad de los triángulos y los círculos, Frank invita a los espectadores a entrar en el juego y seguir sus normas. Pero cada evento tendrá consecuencias». Al final, la cabeza de Franco acaba colgada del techo a pesar de que la producción escénica está destinada a un público infantil.
En la web de esta obra de teatro sobre Franco se cita a un crítico que, tras ver la obra, no se ahorra halagos: «El trabajo de investigación escénica y escenográfica es muy interesante. Las tres actrices van destilando de la rigurosidad de la primera dictadura al ablandamiento de las formas a partir de la liberación de la más joven». Además, se enlaza una web del Museo de Historia de Cataluña para que los interesados en la obra Frank «conozcan mejor cómo se vivía durante el franquismo a través de testimonios directos».
No es la primera obra de teatro que crea polémica. Como publicó OKDIARIO, el Gobierno municipal de Ada Colau autorizó un striptease en un espectáculo para niños en pleno centro de la ciudad o tuvo que retirar material promocional de una obra porque el cartel era una mujer en la escena previa a una felación. La red social Facebook tuvo que cerrar el perfil de un teatro municipal por contenido pornográfico. Fue el Teatro Tantarantana, que forma parte de la llamada Red de Fábricas de Creación artística y que compró el consistorio de Colau por 1,3 millones de euros en 2017.