Collboni promociona la prostitución con una «puti ruta» y la exposición ‘Métete en la cama con una puta’
Los espectáculos se desarrollan alrededor del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo
Daniel Sirera, del PP, asegura que "no es tolerable" que esté mezclado "con talleres infantiles"
El Ayuntamiento de Barcelona del socialista Jaume Collboni promociona la prostitución con una actividad cultural llamada La Puti ruta, una performance artística llamada Métete en la cama con una puta, y un espectáculo llamado Puta paciencia. Todos ellos se desarrollarán en el Centro Cívico de Trinitat Vella de Barcelona, en el distrito de Sant Andreu, durante las semanas previas y posteriores al Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo.
Daniel Sirera, líder del PP en Barcelona, ha presentado este jueves una pregunta para que el consistorio del socialista Collboni le responda por escrito. En ella, le solicita «el coste total», así como «qué personas han intervenido y cuánto han cobrado» en cada uno de los espectáculos.
El líder de los populares en la Ciudad Condal ha pedido «suspender estos talleres relacionados con la prostitución organizados en el Centro Cívico de Trinitat Vella». El que fuera candidato del PP a la alcaldía de Barcelona ha manifestado que este tipo de actos «banaliza» una actividad que «supone la explotación de muchas mujeres vulnerables y la mercantilización de personas».
‘Métete en la cama con una puta’
La performance con el título Métete en la cama con una puta consiste, literalmente, en «acabar en la cama con una de ellas», según el grupo artístico TiritiTrans Trans Trans. La agrupación asegura que «muchas personas nos dicen que nunca han hablado con una puta o con una mujer trans, pero, en cambio, parece que tienen una idea muy clara» de cómo son.
Basándose en esa premisa, aclaran que quieren «romper estos estereotipos»: «Y, por qué no, propone acabar en la cama con una de ellas». «La misma cama en la que las mismas chicas trans que pasan la noche en el Camp Nou han expresado sus mensajes», abundan. «Colocaremos una cama y todos los que queráis podréis meteros en la cama con una de nosotras y dialogar», aclara el grupo.
Esta actividad también se había llevado a cabo, con financiación de la Generalitat de Cataluña, en el centro interdisciplinario de artes Santa Mónica de Barcelona. Ahora, el consistorio lo lleva a los actos celebrados alrededor del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo.
‘La Puti ruta’
La actividad artística La Puti ruta se llevará a cabo en una visita guiada «por la historia y las leyendas de la Barcelona disidente», tal y como se define en la página web del distrito de Sant Andreu. El trayecto, como señala el consistorio, está «diseñado y dinamizado por Violet Ferrer, una mujer trans y ex trabajadora sexual».
El objetivo de esta actividad gratuita, según sus creadores, es «descubrir cómo, desde el siglo XVII hasta nuestros días, la prostitución y el colectivo LGTBIQ+ ha incidido en la vida y la transformación de los barrios». La cita promete ahondar acerca de «las huellas que sus protagonistas, especialmente el colectivo de mujeres trans, han dejado en las calles».
‘Puta paciencia’
La obra Puta paciencia es un espectáculo de payasos en la que el protagonista, Agua Bach, presenta «las distintas visiones de un personaje creado a partir de las voces de testigos del mundo de la prostitución». Se define como una «comedia feminista» en la que se muestra «el nacimiento del sexo» y «su degradación».
Mezclado con talleres infantiles
«No es tolerable», ha subrayado Daniel Sirera. El político popular ha incidido en que los espectáculos La Puti ruta, Métete en la cama con una puta, y Puta paciencia se mezclan «con talleres infantiles de cómic y manga o de máscaras de carnaval».
Desde el PP han informado que van a instar al consistorio a dar a conocer «los criterios seguidos para programar las actividades de los centros cívicos y el coste» que tienen para las arcas públicas de la Ciudad Condal. Los populares han lamentado que se organicen actividades «llenas de ideología y de dudoso gusto». En lugar de espectáculos como estos, Sirera propone que los centros públicos sean «puntos de encuentro familiar e intergeneracional donde no se inculque ideología sino valores».