Rutinas para que tus hijos coman bien

Numerosos son los aspectos que los padres deben cuidar en pro de conseguir que los más pequeños crezcan sanos y fuertes. En concreto, entre los más importantes está la alimentación, de la que ahora vamos a hablar. Sí, porque vamos a darte a conocer una serie de rutinas para que tus hijos coman bien.

De esta manera, podrás lograr que lleven a cabo una dieta sana, completa y equilibrada que les ayude a gozar de un perfecto estado de salud. Toma nota:

Comidas o cenas familiares

Una de las rutinas más importantes que hay que llevar a cabo a diario en pro de conseguir que el niño coma bien es que la comida o la cena, según los horarios laborales de los padres, se tiene que hacer en familia. De esta manera, aprenderá desde temprana edad no solo la importancia de ese momento todos juntos sino que le servirá para darse cuenta de que hay que comer bien, sin distracciones y de forma variada. Y para lograr esto último es esencial que sus progenitores le den ejemplo en todo momento.

Horario de las comidas

En pro de conseguir contribuir a que los menores coman bien es esencial que en casa se establezcan unos horarios fijos en cuanto a las comidas. Esta es la forma de que, poco a poco, vayan aprendiendo cuándo ha llegado el momento de alimentarse y eso contribuirá a que se adapten. Sí, se irá logrando que se acaben con las “trifulcas” por querer jugar y no ir a comer o por situaciones de corte similar.

En la mesa no se juega ni se usa la tecnología

Un hábito que hay que establecer en cualquier hogar en pro de una buena alimentación es que cuando se sienta uno a la mesa no debe hacer uso ni de smartphones ni de tablets ni de dispositivos similares. Todos los miembros de la familia se sientan a comer sin distracciones de ese tipo, hay que centrarse en la comida, en alimentarse correctamente, y, por supuesto, en establecer una buena comunicación con los seres queridos.

Esta regla es fundamental para evitar que cualquier pequeño ponga su atención en videojuegos o aplicaciones variadas dejando de lado los alimentos que se le han puesto en el plato.

Tiempo de las comidas estipulado

Quizás no lo sabías, pero los expertos en psicología infantil y en nutrición establecen que, para conseguir que los hijos coman bien, es necesario establecer un tiempo de duración de ese almuerzo o cena. En concreto, lo que recomiendan es que ese sea de entre 20 a 40 minutos, no más.

¿Por qué es vital tomar esa medida? Porque es la manera de que no coma muy rápido, ya que si ingiere a gran velocidad eso le pueda provocar que los alimentos le sienten mal. No obstante, también es relevante porque es la forma de evitar que esté en otros menesteres durante la comida.

Ese tiempo supone además llevar adelante otras normas:

• Nadie se levanta de la mesa hasta que no se haya terminado de comer.
• Si han pasado los 40 minutos y no ha acabado la comida, se le dirá que esta ha finalizado y que lo que no haya terminado se queda en el plato. De esta manera lo que se logrará será evitar que se pase el tiempo jugando en la mesa en lugar de comer. Aprenderá que ese instante es para alimentarse y jugar es algo que tendrá que hacer más tarde.

Se come de todo

Por supuesto, otra rutina fundamental en este proceso que nos ocupa es la de dejar patente, verbalmente y con acciones, que en casa se come de todo. Eso sí, habrá que tener en cuenta si los niños, por su edad, no pueden tomar aún algunos alimentos según lo indicado por el pediatra.

No obstante, salvo por esa citada excepción o porque alguno de los miembros de la familia esté enfermo o presente alguna alergia o intolerancia, todos comen de todo. Es más, partiendo de eso se tendrá que conseguir que los niños descubran que no se hace una comida diferente a nadie porque no le guste. El hogar no es un restaurante donde se eligen los platos mediante carta.

Conseguir que los pequeños colaboren preparando la comida o no imponerles a la fuerza que tomen un alimento en cuestión son otras rutinas básicas para lograr que los hijos coman bien.