La dieta vegana para niños y sus peligros

En estas pasadas horas hemos conocido que una niña de 2 años de edad llamada Chiara ha sido ingresada en un hospital italiano, concretamente en la UCI. ¿El motivo? Que estaba demasiado delgada, que se movía de manera muy lenta y que incluso podría llegar a tener un daño cerebral. Todo, según se ha expuesto a través de diversos medios de comunicación, por culpa presumiblemente de la dieta vegana que siguen a rajatabla en su casa.
No obstante, lo último que se ha conocido es que la pequeña se está recuperando, aunque su caso va a ser llevado a los tribunales al considerar que los padres podrían estar cometiendo una negligencia en el cuidado de la menor.
Precisamente todo eso, ha puesto en el punto de mira a la mencionada dieta vegana, de la que se han resaltado sus peligros para los niños:
¿Qué es la dieta vegana?
En primer lugar, podemos establecer que bajo ese nombre se encuentra un tipo de alimentación que parte de la idea clara de que el ser humano no necesita tomar ninguna clase de producto que tenga procedencia animal, lo que supone que quien la sigue no coma, por ejemplo, ni carne ni tampoco huevos, entre otros productos.
Peligros para los niños
El hecho de que muchos doctores y nutricionistas se hallen claramente en contra de esta clase de dieta para niños es porque consideran que estos tienen unas necesidades específicas en tanto en cuanto están en fase de crecimiento. Por eso, es imprescindible que en su alimentación estén presentes productos que los veganos rechazan.
En concreto, determinan que los principales peligros para los menores que ocasiona seguir el veganismo son los siguientes:
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Bajos niveles de proteínas. Las citadas proteínas son fundamentales en el organismo ya que aportan energía, refuerzan el sistema inmunológico, propician la distribución correcta del oxígeno por el organismo, mantienen los niveles adecuados de azúcar en sangre…Un sinfín de beneficios que establecen, por tanto, la necesidad de tomarlas a través de carne, por ejemplo. Los veganos rechazan comer esta y proponen aportar al cuerpo las proteínas a través de alimentos como la soja o el brócoli, por ejemplo. Sin embargo, los expertos coinciden en subrayar que no es igual y que no da los mismos resultados tomarlas de una forma o de otra.
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Carencia de vitamina B12. Uno de los principales aspectos por los que profesionales médicos rechazan que los niños sigan la dieta vegana es porque la misma lleva a que tengan total carencia de esta vitamina, que donde está presente básicamente es en productos de origen animal. En concreto, la misma permite que la producción de glóbulos rojos sea la correcta, mantiene en perfecto estado el sistema nervioso, regenera los músculos, consigue que la masa muscular esté en su nivel adecuado, aumenta las defensas del organismo…De ahí que sea imprescindible que los menores tomen alimentos que les aporten esa vitamina que, en el reino vegetal, sólo se puede encontrar en algunas algas.
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Mínimos niveles de hierro. De la misma manera, no hay que pasar por alto que el hecho de que un pequeño siga la alimentación centrada en vegetales que nos ocupa va a suponer que tenga carencia en materia de hierro y eso le puede provocar anemia. Y es que los profesionales médicos coinciden en subrayar que el hierro que aportan alimentos de origen animal no es el mismo que dan otros productos que proceden directamente de la tierra.
Otros riesgos
Los mencionados hasta el momento son los principales problemas que trae consigo que un niño siga una dieta vegana. No obstante, a los mismos habría que añadir otros como son los siguientes:
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Déficit de calcio, que es tan importante para conseguir que los menores vayan creciendo con unos huesos sanos y fuertes. Es cierto que la alimentación vegetal citada apuesta por tomar productos con importantes niveles de calcio para suplir esa carencia, pero, al igual que en los casos mencionados, se considera que no son iguales que los mismos que otorga la leche o el queso.
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Carencia de vitamina D, que contribuye también a que los huesos se hallen en las mejores condiciones posibles.
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Menos cantidad de zinc, que es el elemento que contribuye a fortalecer de manera notable el sistema inmunitario.
Ante todo esto, lo que se viene a plantear es que, aunque es cierto que la dieta vegana suple las propiedades de unos alimentos con la ingesta de otros, en muchos casos el resultado no es el mismo. De ahí que se considere por parte de distintos nutricionistas y médicos que, aunque debe existir libertad para que cada individuo opte por la alimentación que desee, hay que tener cuidado con los menores pues por una decisión paterna pueden tener que hacerle frente a situaciones que dañen su salud, lógicamente sin intención por parte de sus progenitores.